Ataviadas de collares de múltiples colores, aretes tejidos con chaquiras, pulseras en totumo, camalón y macara, aproximadamente 80 mujeres indígenas de los lugares más recónditos de nuestra geografía se dieron cita, hoy 27 de septiembre, en las instalaciones del Hotel Bacata, en el marco del Foro Nacional por la vida y la dignidad de los pueblos indígenas de Colombia, con el ánimo de analizar y dar a conocer su situación actual en medio del conflicto armado interno por la que atraviesa el país.

 

 

Ataviadas de collares de múltiples colores, aretes tejidos con chaquiras, pulseras en totumo, camalón y macara, aproximadamente 80 mujeres indígenas de los lugares más recónditos de nuestra geografía se dieron cita, hoy 27 de septiembre, en las instalaciones del Hotel Bacata, en el marco del Foro Nacional por la vida y la dignidad de los pueblos indígenas de Colombia, con el ánimo de analizar y dar a conocer su situación actual en medio del conflicto armado interno por la que atraviesa el país.

El evento contó además con la presencia de invitados internacionales, quienes desde el pasado 19 de septiembre y hasta el próximo 29 del mismo mes, se encuentran reunidos en desarrollo de la Misión Internacional de Verificación para visibilizar la situación de los pueblos indígenas.

Tejiendo los temas, estas aguerridas mujeres, discutieron y analizaron conjuntamente la Ley de Justicia y Paz, la desmovilización paramilitar y los impactos que estos ítems tienen en su vida cotidiana. Igualmente dieron a conocer cientos de denuncias en las que los mayores implicados siempre fueron el Estado y su estrategia paramilitar.

Así mismo son enfáticas en mencionar que “en Colombia no hay políticas públicas de protección a la familia indígena, en particular para la mujer, la juventud y la niñez, y las escasas disposiciones que existen son desconocidas por los beneficiarios.”

Al referirse a la situación de las mujeres desplazadas del Amazonas que viven en Bogota, la representante de la Asociación Zonal Indígena de Cabildos y Autoridades Tradicionales de la Chorrera, informó que según un estudio realizado con las mismas, “La mayoría de las mujeres indígenas amazónicas en Bogotá, son desplazadas por la violencia, viudas al cuidado de sus hijos, que enfrentan múltiples factores de discriminación”. No basta con ser indígenas, son además discriminadas por ser pobres, por ser mujeres y porque no tienen el prototipo de la belleza idealizada por la sociedad, concluyó esta líder.

Así mismo narra las condiciones inhumanas en las que viven en la ciudad, en cuartos en los que viven en promedio cuatro o cinco personas, en su mayoría niños y niñas que por esta causa suelen presentar frecuentemente enfermedades respiratorias.

Unidas en una sola voz reclaman del Estado colombiano, la inclusión de estas comunidades en los planes integrales de vida y en los planes de desarrollo, con el fin de garantizar la pervivencia de sus pueblos, y de “garantizar que la educación, la salud y la seguridad alimentaria, entre otros derechos, sean una realidad”