En el camino por la lucha contra la impunidad, también se encuentra la lucha porque la memoria permanezca y se acrecenté, y romper esa historia oficial que ha pretendido negar y acallar no solo a las víctimas, sino también a las comunidades, organizaciones, por medio del silencio de las conciencias.
¿Quién era y quien es Edwin Legarda Vásquez?
Edwin, perteneció por más de quince años al resguardo indígena PITAFIU (Pickwe tha fiw) – semillas de JUAN TAMA, trabajó con los jóvenes en búsqueda del rescate de los valores culturales e la chirimía; contribuyó en la producción colectiva cachacarina, producto propios de la región y ancestrales que hoy están amenazados por la voracidad de este modelo de desarrollo que profundiza la pobreza y la exclusión.
Este proceso de convivencia con la comunidad, y múltiples actividades que llevaba con ella, fue lo que hizo que se reconociera como miembro de la comunidad Nasa, identificara como indígena y que la misma comunidad lo aceptara dentro de ella,
Posterior a este proceso de adopción, llegó a ser presidente de la acción comunal en el resguardo, veedor del proyecto plante Huila, secretario del cabildo Pickwe tha fiw, técnico agroambiental en el programa de salud, representante legal del proyecto harina de cachaco en este resguardo.
Durante el transcurso de este camino, conoció a Aida Marina Quilque, quien fue su compañera en cada uno de sus proyectos, por más de 13 años; fruto de esta unión nació su hija Mayerly que al momento de la muerte de su padre tenía 10 años.
Después del nombramiento de Aida Marina Quilcue como consejera del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), tanto la pareja como la comunidad definieron que Edwin acompañaría en este proceso a AIDA y por ello fue vinculado al CRIC desde el 12 de octubre del 2001 hasta la fecha de su fallecimiento. Como conductor del CRIC, Edwin acompañó y fue parte del proceso organizativo de los pueblos indígenas por sus reivindicaciones.
¿Qué pasó el pasado 16 de diciembre del 2008?
Para este día se había programado una reunión de la Junta Directiva del CRIC en la zona de tierra adentro en el sitio denominado meseta de Togoima , donde se efectuaría una evaluación y proyección de la Minga de resistencia indígena y popular. A este evento asistiría la dirigencia del departamento del cauca incluyendo a la Consejera mayor Aida Marina Quilcue Vivas, quien justo ese fin de semana acaba de regresar al país después realizar una gira por varios países y quién acababa de regresar de Ginebra después de haber participado en el examen periódico universal sobre Colombia en la sede de Naciones Unidas en Ginebra – Suiza.
Desde el 15 de diciembre Edwin Legarda Vásquez, emprendió un viaje logístico para poder buscar a Aida y a la señora Liliana Valdez, para ir a la reunión, sin embargo mientras se desplazaba desde el municipio de Inza Cauca, hacia la ciudad de Popayán resultó asesinado por disparos que se dirigieron a la camioneta en la cual él se desplazaba y que fueron producidos por militares que hacían parte de la Compañía Galeón 7, adscrito al batallón José Hilario López.
¿Qué pasó en el proceso penal?
Por el asesinato de Edwin, se adelantó una investigación penal en contra de los miembros del Batallón, los cuales posteriormente fueron llamados a juicios, para determinar su responsabilidad.
Es así que el pasado el pasado 10 de septiembre el Juzgado segundo penal del circuito especializado de Popayán condenó a pena de 40 años de prisión a los miembros del Ejército Nacional pertenecientes al séptimo pelotón de la compañía Galeón del Batallón José Hilario López, al Sargento Viceprimero Alexis Ramirez Vivas, al Cabo Tercero Javier Adolfo Osorio Diaz, y los Soldados Campesinos: Numar Armido Buitro Cabezas, Lizandro Obando Caicedo, Javier Francisco Belarcazar Trochez Y Willian Weimar Lemeche Hurtado como autores del delito de homicidio en persona protegida cuya víctima fue Edwin Legarda Vasquez, y en la misma decisión se absolvió al soldado campesino Andres Casso Chate.
Dentro del juicio que se adelantó y como lo dice la sentencia se logró comprobar que el Sargento viceprimero Alexis Ramirez Vivas ordenó el día de los hecho montar un dispositivo de seguridad para la seguridad de la tropa y verificar una información que presuntamente había recibido horas antes, sobre el transporte de una camioneta en la que se movilizaba personal armado y por tanto debía detenerlo.
Cuando Edwin Legarda se trasladaba en compañía de Liliana Valdes, en su carro fueron blancos de un ataque indiscriminado por parte de los miembros del ejército, que le produjeron heridas de gravedad y posteriormente su muerte.
Hoy a pesar de la sentencia condenatoria, no existen garantías de no repetición, Verdad colectiva y reparación integral, es así que la comunidad Nasa, junto a familiares, personas amigas y compañeras de Edwin trabajan arduamente para luchar contra la impunidad y lograr que la memoria crezca.
