Ana, madre de Oscar Salas, estudiante universitario asesinado por el ESMAD, se encadena a las afueras de la Fiscalía

Hoy en el día internacional de la mujer, y justo cuando se cumplen seis años del asesinato de su hijo, Ana, reivindica con su resistencia y lucha a las miles de madres de víctimas de crímenes de Estado, que se arman de valor para, a pesar de ser amenazadas, hostigadas y perseguidas, denunciar la falta de celeridad de la justicia y la impunidad reinante en sus casos.

Bajo el sol de Bogotá, Ana, acompañada de una de sus familiares y de Yuri Neira, padre de Nicolás, también asesinado por el ESMAD el 1 de mayo de 2005, piensa permanecer allí, hasta tanto no se atendida, ya sea por el Director General de la Policía, Oscar Naranjo, por la Fiscal General, e incluso por el presidente Juan Manuel Santos, a quienes les dirigió una carta, manifestándoles su inconformidad por el manejo que se le ha dado a la investigación sobre el homicidio de Oscar, su hijo.

En la misma, Ana les solicita, no sólo que le brinden protección, ya que debido a sus denuncias ha sido amenazada y desplazada continuamente, sino que separen del cuerpo de la policía a aquellos funcionarios y agentes del ESMAD, que están implicados en el asesinato del joven universitario, tal y como lo ha denunciado ella misma y un ex integrante del ESMAD que aportó una declaración a la Procuraduría General de la Nación en el año 2009, en la que éste identifica los responsables de los hechos, entre los que se cuentan, mayor Rafael Méndez, capitán César Torrijos Devia y los patrulleros, Edwin Ricardo Alba, Rolando Bautista Murcia, Noe Alfonso, Carlos Andrey Giraldo Nivia, Arley Lozada y Carlos Jaramillo.

Oscar, era estudiante de lingüística de la Universidad Distrital, cuando ese 8 marzo del 2006, fue asesinado por miembros del ESMAD, en mitad de una protesta estudiantil que se desarrollaba en los alrededores de la Universidad Nacional en contra del Tratado de Libre Comercio.

Los agentes del escuadrón, le dispararon – como suelen hacerlo en manifestaciones públicas – un tiro recalzado, es decir un artefacto construido en vainillas de gases lacrimógenos, rellenas de material de metralla, como fríjoles, bolas de cristal, fragmentos de metal, tachuelas, que son apisonados sobre pólvora negra y sellados con cartón.

El Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo”, hace un llamado a las autoridades competentes, para que agilicen la investigación por este caso, le brinden las garantías de protección a Ana y sus familiares, quienes rinden tributo de amor y lucha a su hijo a las afueras de la Fiscalía General de la Nación.

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