COMUNIDAD ACADÉMICA DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA EXIGE RENUNCIA INMEDIATA DEL RECTOR CLAUDIO SÁNCHEZ PARRA POR SUS VÍNCULOS CON EL PARAMILITARISMO

Ante la confesión del jefe paramilitar Salvatore Mancuso, realizada el 21 de noviembre, en la que señaló que Claudio Sánchez Parra, actual rector de la Universidad de Córdoba, fue impuesto por los paramilitares para cumplir con sus directrices, la comunidad académica de dicho claustro académico, solicito en días pasados, la renuncia de éste último.

 

 

Ante la confesión del jefe paramilitar Salvatore Mancuso, realizada el 21 de noviembre, en la que señaló que Claudio Sánchez Parra, actual rector de la Universidad de Córdoba, fue impuesto por los paramilitares para cumplir con sus directrices, la comunidad académica de dicho claustro académico, solicito en días pasados, la renuncia de éste último.

Según la seccional Córdoba de la Asociación de Profesores Universitarios – ASPU – , reunidos en asamblea general la semana inmediatamente anterior, la petición obedece además a que la permanencia de Sánchez Parra en la dirección de la Universidad de Córdoba acentúa la estigmatización a nivel nacional e internacional de ésta, como “la Universidad paramilitar de Colombia, con la cual tenemos que cargar injustamente todos los miembros de la comunidad universitaria”.

Así mismo exigieron al Consejo Superior Universitario, permita la depuración de la Universidad de “fuerzas tenebrosas enquistadas en la actual administración”, que lo único que han hecho es hacer inmanejables los conflictos laborales con los trabajadores, y sumergir a la Universidad en el caos y la ingobernabilidad.

En el mismo sentido se pronunció la Junta Directiva Nacional de SINTAUNICOL, quienes manifestaron que las decisiones tomadas por el Consejo Superior de la Universidad de Córdoba, obedecen a orientaciones impartidas por los paramilitares de Córdoba, decisiones avaladas por el Gobierno Nacional y el Ministerio de Educación quienes son conocedores de las arbitrariedades que el Consejo Superior aprobó violando la ley y desconociendo las Convenciones Colectivas firmadas entre la Universidad y el Sindicato de trabajadores.

Las solicitudes, que no son nuevas, tienen su base en las denuncias permanentes que han realizado profesores, trabajadores, estudiantes y pensionados de la Universidad, sobre la relación entre el comandante paramilitar y el nombramiento del actual rector, Claudio Sánchez Parra, así como sobre la infiltración del paramilitarismo en el claustro universitario, incluso reconocidas por el propio Mancuso desde el 8 de octubre de 2007 pasado, día en el cual, en el marco de una audiencia pública realizada en la ciudad de Cúcuta, éste mencionó, no sólo que él era el responsable directo de la desaparición de al menos cinco profesores de la Universidad de Córdoba, sino que también influyó en el nombramiento del rector Víctor Hernández en el año 2000. La orden, dijo, era limpiar el centro académico.

En este punto es bueno recordar que el actual rector permitió que tres hermanos entre sí, primos de Mancuso ocupasen cargos administrativos en la Universidad, a saber, Jhon Jairo Gómez Támara, Jefe de Servicios Generales, Emma Paola Gómez Támara, directora de Bienestar Universitario y Alina del Carmen Gómez Támara, Jefe de archivo, así como otros familiares y allegados del mismo, como en el caso del administrador de la granja Berastegui, cuñado hermano de éste.

Hechos dados, luego de dos reuniones que jefes paramilitares sostuvieron con Sánchez Parra y Victor Hugo Hernández. La primera realizada en Santa Fe de Ralito el 17 de diciembre de 2001, en la cual Mancuso le exigió al rector de entonces, Víctor Hugo Hernández que el manejo administrativo y los contratos debían ser concertados con él. La segunda realizada el 18 de febrero de 2003, a la que fueron convocados por Mancuso, además de Claudio Sánchez, el actual rector, los directivos de los sindicatos de la Universidad, ASPU, SINTRAUNICOL y AJUCOR, quienes fueron recogidos ese día, en un vehículo de la empresa Cooperativa de Transportadores Tucurá, y conducidos a Santa Fe de Ralito a un campamento paramilitar, donde llegaron a las 6:30 de la tarde, encontrándose allí también con Felix Manssur Jattin, Presidente del Consejo Superior y representante del Ministro de Educación Nacional; Gustavo Rodríguez Argel representante de los ex rectores; Jairo Durango Vertel vicerrector Académico y representante de las directivas académicas; Alicia Cogollo representante de los egresados; Norman Espinosa, representante del Gobernador de Córdoba; Hugo Ordoñez Ñañez, representante de los estudiantes; John Jairo Támara Gómez, Jefe de Servicios Generales; Carlos Castaño Puentes Director de la Granja Berástegui; Rafael Dájer Plata, vicerrector Administrativo; y Julio César Garcés, funcionario administrativo.

Para profesores, estudiantes y trabajadores de la misma, la Universidad, debe ser, contrario a lo que pasa hoy día desde la llegada del paramilitarismo, un espacio propicio para la ciencia, la tecnología, la democracia, y la sana convivencia bajo un ambiente de tolerancia, por encima de cualquier interés particular.

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