El régimen de salud del magisterio

El régimen de salud del magisterio

Con las denuncias del magisterio del pasado jueves, realizadas al calor de la jornada nacional que efectuara en defensa de sus derechos, y particularmente de su régimen especial de salud, ha quedado claro que tampoco es buena la prestación de este servicio a tan respetable gremio.

 

 

También a los docentes les demoran las remisiones a especialistas; también a ellos les quedan debiendo medicamentos, pues nunca los hay suficientes para atender completamente sus fórmulas; también ellos tienen que deambular por laboratorios y clínicas por falta de centros hospitalarios donde puedan recibir una atención integral; en fin, también a ellos se les procura someter a las condiciones que afectan a los usuarios del servicio regulado por la Ley 100, pese a ser la salud uno de los derechos sobre los cuales nuestra Carta ordena al Estado especial protección y a depender de ella el derecho por excelencia, que es el derecho a la vida.

Sin embargo, no obstante tantas limitaciones, son muchas las ventajas que el magisterio ha logrado preservarle a su régimen especial. Gracias a sus luchas, los prestadores del servicio, al atender las necesidades de los docentes, no pueden formular reparos pretextando, por ejemplo, poca antigüedad del afiliado o preexistencia de la enfermedad con respecto al momento de la afiliación. En este sistema son inaceptables las discriminaciones en la prestación del servicio, y más aún por nivel salarial o clase de vínculo laboral. Este régimen protege al cónyuge y a los hijos menores de 26 años, o a los padres si el docente es soltero. Y en el caso de las parejas, uno puede afiliar a los hijos y otro a los padres que carezcan de seguridad social.

Además de lo anterior, a los docentes no se les cobran los copagos ni las cuotas moderadoras a que fuimos sometidos los demás colombianos so pretexto de reducir la presión que sobre el servicio ejercían muchos trabajadores supuestamente alentados, pero deseosos de calmar sus guayabos en los consultorios médicos. Lo que la experiencia ha demostrado es que la carga siguió igual, pero sí se excluyó del servicio a quienes no pueden sufragar las nuevos pagos.

Con el proyecto de reforma al sistema de salud que presentó la senadora Dilian Francisca Toro, los docentes están ante el grave riesgo de que desaparezcan las ventajas que en este campo aún conservan. La protesta del pasado jueves fue una buena respuesta. Sin embargo, falta más. Y falta, precisamente, sumar esfuerzos con el resto de los colombianos para que, si va a haber nivelación del servicio, esta se haga elevando la calidad del malo, y no acabando con el regular.

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