FAMILIARES DE VÍCTIMAS DE LA MASACRE DEL 16 DE MAYO, RECIBEN LOS RESTOS DE SUS ALLEGADOS

Once años después de ocurrida la masacre del 16 de mayo en la ciudad de Barrancabermeja, cinco grupos familiares de estas víctimas, podrán este viernes 23 de enero, recibir los restos de sus seres queridos que fueron encontrados el pasado mes de septiembre en una fosa común ubicada en la vereda Mata de Plátano del municipio de Sabana de Torres.

 

 

Once años después de ocurrida la masacre del 16 de mayo en la ciudad de Barrancabermeja, cinco grupos familiares de estas víctimas, podrán este viernes 23 de enero, recibir los restos de sus seres queridos que fueron encontrados el pasado mes de septiembre en una fosa común ubicada en la vereda Mata de Plátano del municipio de Sabana de Torres.

Aunque para ellos la búsqueda de la justicia y la reparación integral no ha cesado, termina así por lo menos una parte de la historia que durante tantos años, les ha causado incertidumbre, rabia y tristeza, desde aquella noche del 16 de mayo de 1998 cuando entraron los paramilitares a Barrancabermeja y en connivencia con la fuerza pública, a sangre fría asesinaron a por lo menos 25 personas en un macabro recorrido de muerte,

El acto que se realizará en las instalaciones del Das de la ciudad de Bucaramanga, contará con la presencia de familiares, amigos, organizaciones sociales de la región, entre ellas el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, quienes se desplazarán desde Barrancabermeja y otras ciudades del país, para acompañar la entrega de los restos de sus allegados.

De las instalaciones del Das se saldrá en marcha hacia la Plaza Cívica Luís Carlos Galán, donde se desarrollará un acto político y cultural, cuyo principal objetivo es reivindicar la memoria de quienes fueron asesinados esa noche, luego de lo cual se partirá al puerto petrolero, con el fin de realizar una vigilia y la velación correspondiente de los restos, en la cancha de tejo, ubicada entre el barrio María Eugenia y El Campin, lugar del cual, vale la pena recordar, fueron llevadas por los paramilitares algunas de las víctimas.

Allí se ubicarán también simbólicamente los ataúdes de las 20 personas restantes que fueron asesinadas y cuyos restos se espera igualmente sean encontrados algún día. Paralelamente a esta vigilia, la comunidad del puerto encenderá durante toda la noche, una vela frente a sus casas, símbolo de la esperanza del reencuentro.

Al amanecer del sábado 24 de enero, se realizará el sepelio de las víctimas, luego de una misa campal que se llevará a cabo en el mismo lugar de los hechos.

Haciendo memoria

“El crimen colectivo ocurrió en 1998. Los habitantes de Barrancabermeja tenemos la imagen de esa noche en que los paramilitares mataron a 7 personas en la comuna 7, la comuna de la Ciudadela Educativa, y se llevaron a la fuerza a 25, arrancándolas de las manos de sus hijos y esposos. Nunca se volvió a saber nada de los que se llevaron.

Los vecinos llamaron insistentemente a la policía mientras estaban ocurriendo los hechos y la policía no actuó. El camión macabro salió sin problemas de la ciudad aunque la policía y el ejército recibieron la información de la población. El reten militar que estaba en el Llanito dejó pasar a los victimarios con sus víctimas.

La ciudad, y sobre todo los sectores populares de la ciudad lloraron el hecho. Todos tenemos el recuerdo del sepelio, frente a la sede de la USO. La misa presidida por Monseñor Jaime Prieto y en la calle los ataúdes vacíos que tenían sobre la tapa la foto de cada uno y cada una de las desaparecidas.

Luchadores nacionales e internacionales de Derechos Humanos, ante las dimensiones del crimen de lesa humanidad, llegaron para establecer un juicio de responsabilidades. Testimonios significativos afirman que Camilo Morantes fue el autor de la masacre. Morantes era un paramilitar que actuaba desde el cuartel general de las autodefensas en San Rafael de Lebrija (a 50 kilómetros por vía pavimentada hacia el norte de Sabana de Torres). Morantes fue asesinado a finales de 1999 por los grupos de Carlos Castaño que buscaban la hegemonía en la región. Pero Morantes no actuó solo.

Sin la complicidad y la facilidad, sin la acción y la omisión de los cuerpos de seguridad del Estado la masacre de Barrancabermeja no hubiera sido posible.

Este es el crimen impune que quedó a la base de los asesinatos posteriores, los del año 2000, cuando cada día se mataban 3 y 5 personas en impunidad total. En estos tiempos de la verdad, la justicia y la reconciliación este crimen da Barrancabermeja, perpetrado por autodefensas paramilitares está como un desafío de clarificación, como una pregunta sin respuesta por la transparencia”. [1]

Resistiendo el olvido

Asesinados
Pedro Julio Rondón, Germán León Quintero, Eliezer Javier Jaramillo Orozco, Neir Enrique Guzmán, Luis Jesús Argüello, José Javier Jaramillo y Diomidio Hernández.

Detenidos – desaparecidos
Juan De Jesús Valdivieso, Orlando Martínez, Jaime Yesid Peña, José Octavio Osorio, Wilfredo Pérez Serna, José Milton Cañas, Diego Fernando Ochoa, María Alejandra Ochoa, Giovanni Herrera, Oswaldo Henrique Vásquez, Ender González Bahena, Libardo Londoño, Robert Wells Gordillo, José Reinel Campos, Fernando Landínez, Garri De Jesús Pinedo, Óscar Leonel Barrera, Juan Carlos Rodríguez, Luis Fernández Suárez, Ricky Nelson García, Wilson Pacheco, Daniel Campos, Carlos Escobar, Melquisedec Salamanca Quintero Y Carlos Alaix Prada.

 

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