FIDH solicita a la ONU que actúe para evitar ”baño de sangre” en Honduras.

FIDH solicita a la ONU que actúe para evitar ”baño de sangre” en Honduras.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que actúe para evitar que se produzca un “baño de sangre” en Honduras tras la represión de la que son víctimas los ciudadanos de ese país por parte del gobierno de facto.

 

 

La FIDH, desde su sede en París, difundió un comunicado en el que “urge” a ese organismo a que “se pronuncie y actúe” cuanto antes.

La propuesta de la Federación, gira concretamente a que el Consejo de Seguridad de la ONU respalde las resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y exhorta “el cese de la represión y de las violaciones de derechos humanos en Honduras por el régimen de facto”.

Otras de las exhortaciones que realiza el organismo en su comunicado, son al fiscal General de la Corte Penal Internacional (CPI) para que tome “acciones de naturaleza preventiva” y pide la apertura de investigación por “el crimen de persecución política” en Honduras.

Desde el pasado 28 de junio, cuando fue derrocado el presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya, el pueblo en las calles ha solicitado su retorno, a lo que el gobierno de facto ha respondido con fuertes represiones y persecuciones políticas a dirigentes populares, obreros y sindicales.

La organización pide, además, que se dé un plazo a Roberto Micheletti para que se restablezca a Zelaya al frente del Ejecutivo, “so pena de adoptar sanciones económicas contra los golpistas y empresarios que los sostienen”.

Según la FIDH, la violencia y represión que se ha profundizado en los últimos, “confirman una vez más que los golpistas no tienen intención ninguna de respetar las resoluciones de la OEA, ni de permitir una salida negociada a la crisis”.

Los órganos de seguridad del gobierno de facto, protagonizaron acciones represivas contra las cientos de personas que se mantienen alrededor de la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde se encuentra el presidente legítimo que regresó el lunes de manera sorpresiva a su país.

Manuel Zelaya regresó luego de 86 días tras el golpe de Estado que recibió en junio.

Permanece en la embajada de Brasil mientras se crean las condiciones para lograr el diálogo con los representantes ilegítimos y lograr la retoma del poder.

Carta completa

El Presidente Zelaya regresó a Honduras llamando a un diálogo para la superación de la crisis política y prevenir más violaciones de los derechos humanos. Este llamado fue respaldado por la OEA, el gobierno de los Estados Unidos y otras instancias de la comunidad internacional. La respuesta de los golpistas ha sido la de despreciar una vez más la propuesta del Acuerdo de San José y la mediación de Oscar Arias e, impedir el ingreso al país del Secretario General de la OEA. Se decretó el toque de queda por 48 horas y se cerraron los aeropuertos del país

Decenas de miles de personas que se agolpaban en los alrededores de la embajada brasileña, para proteger al Presidente Zelaya, han sido reprimidas salvajemente, utilizando balas de goma, gases lacrimógenos, garrotes y toletes, tanquetas y, la militarización de la ciudad se han producido miles de detenciones arbitrarias conduciéndoles al Estadio “Chochi Sosa” y en el Parque de Pelota “Lempira Reina”, se han producido decenas de heridos y se denuncia que cuatro personas habrían perdido la vida.

La embajada de Brasil donde se encuentra el Presidente Zelaya con miembros de su familia, incluyendo menores de edad, está sitiada por el Ejército, han cortado el suministro eléctrico y, bloqueado las comunicaciones, también han lanzado gases lacrimógenos al interior desde helicópteros.

Han agredido la sede de organizaciones de derechos humanos como COFADEH y, el Centro de Estudios de la Mujer donde se han refugiado feministas, comunidades LGTB y población en resistencia están sitiados por el Ejército y la Policía. Defensores de derechos humanos han sido agredidos y, algunos de ellos detenidos.

Esta violencia y represión generalizada confirman una vez más que los golpistas no tienen intención ninguna de respetar las resoluciones de la OEA, ni de permitir una salida negociada a la crisis. Por tanto la FIDH urge al Consejo de Seguridad de las Naciones para que se pronuncie y actúe en los siguientes términos:

* Respaldando las resoluciones de la OEA
* Exigiendo el cese de la represión y de las violaciones de derechos humanos en Honduras por el régimen de facto
* Reclamando del Fiscal General de la Corte Penal Internacional acciones de naturaleza preventiva y, abrir una investigación por el crimen de persecución política en Honduras
* Dando un plazo perentorio al gobierno de facto para que se restablezca al Presidente José Manuel Zelaya en el gobierno, so pena de adoptar sanciones económicas contra los golpistas y empresarios que los sostienen.
* Cuestionar el proceso electoral y llamar a que no se reconozcan sus resultados, si previamente no se restablece el orden democrático y se restablecen las libertades fundamentales.

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