Graves agresiones por los Rastrojos contra la comunidad Taoista

El Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) denuncia nuevas agresiones por parte del grupo paramilitar auto identificado como Los Rastrojos, en el departamento de Santander, contra la comunidad Taoísta, organización cuyos miembros integran el Capítulo Bogotá del Movice.

 

Según los informes, existe una alta presencia del grupo armado ilegal en la zona aledaña al templo de la comunidad. Miembros de una familia Taoísta fueron amenazados y fueron lanzados explosivos contra la finca de la comunidad, destruyendo las instalaciones.

Hechos

1. El día 14 de marzo de 2014, a aproximadamente las 9:00 A.M. un campesino de la comunidad Taoísta, fue interceptado por cuatro sujetos fuertemente armados quienes se identificaron como miembros de “los Rastrojos”, cuando se dirigía a la finca Las Delicias en la vereda Corontunjo. Al llegar al sector de la Corraleja, departamento de Santander. Los paramilitares lo encañonaron y amenazaron y amarraron sus manos atrás de la espalda, tirándolo al piso y obligándolo a suministrar información exacta y verídica de la ubicación de la finca de la comunidad Taoísta en el área de Corontunjo.

En ese instante subía de dicha finca, la madre del campesino que estaba retenido por los paramilitares, en compañía de su hijo menor. Ellos también fueron encañonados e intimidados por los sujetos armados, quienes los obligaron a tirarse al piso boca abajo con las manos en la nuca, y a desalojar la finca en menos de 6 horas, además de tumbar el molino y demoler la casa.

Luego de varias horas de tenerlos detenidos, los sujetos armados obligaron al hijo menor de la familia a movilizarse a las instalaciones de la casa con dos de los soldados paramilitares, para verificar si en la finca habían otros miembros de la comunidad Taoísta.

Cuando el hijo menor manifestó que no había más personas en la finca, los sujetos armados amenazaron que si las llegaban a encontrar, asesinaría a toda la familia o en el mejor de los casos los secuestrarían.
Al llegar a la finca, revisaron toda la casa, revolcando todas las habitaciones como para llevarse las cosas de valor que encontraran. También revisaron las instalaciones del molino de caña y sus características. Luego se devolvieron de la finca al sitio de la Corraleja donde inicialmente sometieron al primer miembro de la familia.

En ese momento los paramilitares dijeron que tenían la orden de matarlos a todos, pero que por lastima los dejaban regresar nuevamente a la finca, con la condición que no podían alertar a la comunidad de los hechos acontecidos.
Mientras todos estos hechos se desarrollaban, los paramilitares se comunicaban constantemente con el comandante “Sebastian” quien estaba dirigiendo el operativo telefónicamente.

En algún momento, Sebastian ordenó que se devolvieran a derribar la casa y la estructura del molino y que luego de la demolición tomaran sus cosas personales y se dirigieran a la comunidad Taoísta para entregar el mensaje: que tenían que abandonar para siempre esos predios porque supuestamente ya eran de propiedad de ellos, y que si aparecía algún Taoísta por allá, venían con todo el grupo y los mataban a todos.

Después de estos hechos, la familia se dirigió hacia la casa de la finca mencionada considerando que iban solos, pero al llegar a la casa, se llevan la sorpresa de que los cuatro integrantes del grupo Los Rastrojos, los estaban siguiendo.
Al llegar a la casa los paramilitares dijeron que habían venido a ayudarles a derribar las instalaciones de la finca y lanzaron el primer explosivo a las instalaciones del molino y tras la primera explosión, lanzaron un segundo artefacto, destruyendo las instalaciones, el molino, las pailas y el techo, argumentando que atentaban contra la estructura porque era lo que tenía más valor en la finca.

Después de estos hechos, los paramilitares se entretuvieron en destruir las instalaciones del molino, y en este instante dos miembros de la familia – la madre y uno de sus hijos – aprovecharon para huir al bosque.

Los paramilitares, se muestran inquietos y comentan que después de la explosión no pueden estar por mucho tiempo en el lugar. Toman como rehén al hijo menor de la familia obligándolo a acompañarlos, y le ordenan alistar tres bestias para regresar en ellas y continuar en su recorrido hacia otra finca de la comunidad Taoísta, ubicada en la vereda El Palmar, el cual dijeron que sería su próximo objetivo militar.

Amenazaron que si se llegaban a encontrar a algún miembro de la comunidad Taoísta en el camino, el rehén que llevaban seria quien sufriría las consecuencias.

Al llegar al sector de la Corraleja en un lugar boscoso en un descuido del grupo paramilitar y con la ventaja de que el joven retenido iba a pie, y los delincuentes en las bestias, este emprendió una veloz carrera para huir al monte, escapándose en medio de los disparos que le hacían.

2. El 16 de marzo de 2014, se lanzó otro artefacto contra el molino de la misma finca anteriormente mencionada.

Contexto
Desde finales de enero de 2014, en la vereda el Taladro, municipio de Gambita, departamento de Santander, se ha reportado que bloques de un nuevo grupo paramilitar, tienen dominado el territorio aledaño de la zona de protección ecológica en donde vive la Comunidad Taoísta en el Templo Vegetal Sakroakuarius – zona declarada como Territorio Internacional de Paz.

Durante este tiempo, el grupo paramilitar ha hurtado los celulares a los campesinos que ocupan la zona alrededor del Templo, para que no alertaran a la comunidad Taoísta de los atentados que vienen perpetrando en sus instalaciones. Además, en las noches siguen amedrentando a los pobladores e impidiendo su transito después de las 6 de la tarde.

En el templo viven más de mil personas, entre ellos, 150 niños, además de ancianos y jóvenes y monjes internacionales de los Estados Unidos, Alemania, Suiza, Suecia, Francia, Inglaterra, Italia, España, Dinamarca, Canadá, México, Holanda, Brasil, Venezuela, Panamá, Bolivia, Chile, Argentina, Perú, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

La finca en que se ubica el Templo Vegetal Sakroakuarius, Santander, fue comprada hace más de 25 años a una familia tradicional de la región, y está amparada por todos los parámetros legales exigidos por el Estado y con todos sus títulos en orden.
El alcalde del municipio de Gambita, Santander, Doctor William Herrera, ha convocado delegados del Ejército, la Policía y la comunidad Taoísta a un consejo de seguridad que se llevará acabo esta semana, para analizar detalladamente los problemas de inseguridad que vienen azotando últimamente varias veredas de este municipio, incluidas El Palmar, Chinata, y Corontunjo.

Exigimos
-Que las autoridades nacionales y regionales, actúen de manera urgente para garantizar la seguridad de la comunidad Taoísta y las comunidades campesinas a sus alrededores.

-Que las autoridades estatales competentes aseguren la realización de una investigación exhaustiva de los hechos narrados, que conduzca a la identificación de los responsables y la sanción de los mismos.

-Que la comunidad nacional e internacional se pronuncie, solicitando garantías para la seguridad de la comunidad Taoísta, para su permanencia en la tierra y para una investigación de los hechos.

Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice)
26 de marzo de 2014
www.movimientodevictimas.org

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