Herido campesino al parecer con arma de fuego en Tolima

El campesino Ariel Mauricio Rodríguez de la vereda San Nicolás del municipio de Ortega fue tiroteado el sábado 2 de marzo durante la agresión de la policía nacional y el Esmad en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué, Tolima, en el marco del paro campesino y cafetero que se viene desarrollando en trece departamentos de Colombia.
Lo impactaron en tres oportunidades al parecer y un proyectil se le incrustó cerca a la columna vertebral, razón por la cual no ha sido posible su cirugía, por cuanto el primer diagnóstico señala que es de alto riesgo y el paciente podría quedar parapléjico.

El líder de derechos humanos de FENSUAGRO, Gilberto Salinas Novoa, dijo que no podría afirmarse que fuera una bala propiamente por cuanto no ha sido posible su extracción, pero que de acuerdo a la radiografía (Ver foto) hay un objeto redondo que bien parece un balín.
Salinas Novoa lo acompañó al hospital regional Federico Lleras Acosta y luchó para impedir que la policía lo detuviera como era sus pretensiones. Lo llevó a su casa y después lo presentó ante la Defensoría Regional del Pueblo y posteriormente a medicina legal para ser nuevamente valorado.

“De confirmarse esto, dijo el compañero Salinas, sería supremamente grave, porque ya la policía y el Esmad estarían utilizando armas de fuego para atropellar la resistencia campesina y popular en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué.

De otra parte, se pudo establecer que el campesino Robinson González Capera de la vereda San Cristóbal, parte Alta de la ciudad de Ibagué, fue agredido brutalmente por el Esmad el domingo 3 de marzo en horas de la tarde, siendo al parecer partido una pierna y un brazo. Se dijo también que el labriego Gilberto Agudelo de Ibagué, fue víctima de un tiro por la espalda por parte del Esmad.

Mientras los líderes populares llamaban a la paz y al respeto mutuo, la respuesta de los uniformados, no uniformados y Esmad era precisamente agredir en total indefensión a estos humildes campesinos acosados por el hambre, la miseria y la necesidad de tener un precio justo de la carga de café.
Indignados, los campesinos ubicados en este barrio, lanzaron de nuevo un S.O.S. a la comunidad nacional e internacional, a los defensores de Derechos Humanos para que hagan acompañamiento al esfuerzo que vienen haciendo la comisión del comité permanente por la defensa de los derechos humanos, la comisión de FENSUAGRO y otras organizaciones regionales. “No es una exageración cuando digo que nos están masacrando”, dijo el líder de derechos humanos Gilberto Salinas Novoa.

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