LA UNIVERSIDAD NACIONAL CADA DÍA MENOS PÚBLICA: DECLARACION DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

La Universidad Nacional cada día menos pública y más al servicio de los intereses económicos y políticos del Estado y de los pocos dueños del país, ha vuelto a entrar en época de paro, de movilización y lucha estudiantil en defensa de una educación pública y de calidad para el pueblo. Ha decidido resistir ante la inminente venida de reformas académicas y de orden universitario que no intentan subsanar las verdaderas problemáticas de la comunidad universitaria, especialmente de los estudiantes, y por el contrario propone una universidad más parecida a una empresa, donde la educación deja de ser un derecho; se convierte en una mercancía y los estudiantes en sus consumidores.

 

La Universidad Nacional cada día menos pública y más al servicio de los intereses económicos y políticos del Estado y de los pocos dueños del país, ha vuelto a entrar en época de paro, de movilización y lucha estudiantil en defensa de una educación pública y de calidad para el pueblo. Ha decidido resistir ante la inminente venida de reformas académicas y de orden universitario que no intentan subsanar las verdaderas problemáticas de la comunidad universitaria, especialmente de los estudiantes, y por el contrario propone una universidad más parecida a una empresa, donde la educación deja de ser un derecho; se convierte en una mercancía y los estudiantes en sus consumidores.

De esta manera, la UN esta dando la pelea en contra de la imposición de un nuevo estatuto estudiantil, que ha sido el resultado de una serie de reformas que se han venido y se siguen implantando desde 1984 con el cierre de las residencias estudiantiles y el desmantelamiento de los comedores universitarios, propiciado por Marco Palacios, que a finales del 2005 también permitió la aprobación de la reforma 033, que abrió paso para que la investigación y el desarrollo de la Universidad Pública estuviera al servicio del sector privado. Este nuevo estatuto está dividido en dos partes: la primera (que ya fue aprobada el 15 de mayo de 2008 en contra del sentir estudiantil) comprende las disposiciones académicas, en las que se implanta una bolsa de créditos, que aunque matemáticamente pueda alcanzar para que un estudiante promedio termine adecuadamente sus estudios, es una forma de limitar el conocimiento porque al estudiante le importaría una materia más por la cantidad de créditos que por su contenido, además implanta un nuevo calculo del promedio académico que resulta lesivo en la medida en que mantenerlo va ser mucho más complicado, lo cual disminuiría la cantidad de estudiantes que podrían acceder a “beneficios” como el préstamo, beca, la matricula de honor o las monitorias, de tal forma que los más afectados serían estudiantes que por su condición económica y social no pueden dedicarse enteramente al trabajo académico. La segunda parte de este estatuto nombrada “Cultura Universitaria y Resolución de conflictos”, es la más represiva al considerar la expresión estudiantil, como rayar una pared, un acto que atenta contra el orden universitario promoviendo una “cultura universitaria”, en la que se es culpable tanto por acción como por omisión, conformando una serie de comités estudiantiles que velen por la “resolución de los conflictos universitarios”.

Los anteriores eran sólo algunos de los grandes daños que produce en la Universidad Nacional la imposición de este nuevo estatuto, por lo cual el movimiento estudiantil se ha pronunciado y ha promovido un análisis del mismo que trascienda el simple cambio de una palabra o un artículo, hasta desentrañar cuál es el verdadero modelo de Universidad, de estudiante, de pedagogía, de bienestar y de participación. Este paro, también ha sido oportunidad para luchar en contra de otros problemas que vienen afectando la universidad como es el caso del “Plan de convivencia y seguridad”, que aunque no se ha aprobado pretende, bajo la justificación de que en la universidad se gestan actos que apoyan el terrorismo1, invertir una gran cantidad de dinero en apoyo tecnológico para la vigilancia, dentro de lo cual se planea: Poner muchas más cámaras por toda la universidad, instaurar a la entrada de cada edificio una serie de sensores de tal forma que sólo se podría entrar con carné, dividir la universidad en zonas para poder quitar las rejas de la universidad y abrirla al servicio de la ciudad, lo cual implica la implementación de teléfonos por todo el campus que se comunicarían directamente con una central de la policía ubicada dentro del mismo. Unido a este proyecto en el que el significado de vigilancia y seguridad en la Universidad son sinónimos de represión y silenciamiento, está el contrato con Cafam, que según Fernando Montenegro Lizarralde, director de sede de la UN pretende promover la cultura y el deporte, con la entrega a esta empresa privada de 20 hectáreas para la construcción de un complejo deportivo del cual se beneficien los estudiantes de la Universidad y los afiliados a Cafam, el manejo financiero de varios de los auditorios (como es el caso del León de Greiff), museos, y demás espacios de desarrollo de la actividad cultural Universitaria a dicha empresa, sin contar con otros negocios por debajo de cuerda que permitan entregar el manejo de la Universidad al sector privado, mediante la autofinanciación y así quitarle la carga al Estado, que de por sí ya ha venido reduciendo la cantidad de presupuesto destinado para el sostenimiento de la educación pública.

La resumida situación expuesta anteriormente que se desarrolla en la Universidad Nacional de Colombia, no solo en su sede Bogotá, sino en las demás sedes del país, ha permitido el resurgimiento del movimiento estudiantil, en contra de todas esas políticas estatales e internacionales, que van en detrimento de nuestra educación. Por eso en estos momentos de crisis universitarias que crecen a nivel Nacional, se invitan a solidificar proyectos de organización estudiantil que vayan más allá de las coyunturas, como una verdadera forma de solidaridad con la constante lucha por la educación pública en nuestro país. Hoy la Universidad Nacional seguirá en paro hasta que las directivas no acepten negociar con el estudiantado la derogación de este estatuto, y abran nuevos espacios de participación y decisión estudiantil, en los que se tenga en cuenta y se alimente significativamente la propuesta alterna de estatuto que se ha gestado desde el año pasado y que durante este paro, con la verdadera participación de todos se ha fortalecido. Sin embargo, hay que ser conscientes que sin organización es imposible dejar de pedir para exigir, porque no se puede seguir permitiendo que el movimiento estudiantil se reavive solo de vez en cuando y nunca se mantenga como una fuerza que siempre incida en las políticas educativas del país.

1 Ver más en “política de convivencia y seguridad”. Universidad de Colombia; Diciembre de 2005.

DECLARACION DE LA ASAMBLEA NACIONAL DE ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Delegaciones de las cuatro sedes de la Universidad Nacional de Colombia reunidos en la sede Bogota los días 17 y 18 de mayo de 2008, discutimos la situación actual del movimiento universitario ante la crisis que vive hoy nuestra universidad y tomamos las siguientes definiciones:

1. Ratificar las exigencias consignadas en el pliego nacional que ha venido demandando el movimiento universitario de la Universidad Nacional en los últimos meses y en razón a ello mantener la anormalidad académica, exigiendo la derogatoria del Acuerdo 008 del 15 de abril de 2008. Un Acuerdo que fue impuesto a la comunidad universitaria, desatendiendo la voluntad de la comunidad académica que clama por la construcción democrática de las reformas que determinan el futuro y el rumbo de la Universidad Nacional. El contenido de este Acuerdo profundiza la política privatizadora y con ello la exclusión y la desigualdad que promueve e ha venido imponiendo el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, bajo los contenidos de la llamada “Revolución Educativa” que precisamente busca adecuar la educación superior a los requerimientos de las transnacionales y de las universidades corporativas.

2. La Asamblea propone a través del consenso de las cuatro sedes, impulsar un plebiscito de carácter vinculante que se configure en el elemento derogatorio del Acuerdo. Es indispensable que en una universidad que se reclama democrática, las principales determinaciones sean acogidas a la luz de las definiciones de la mayoría de la comunidad universitaria, en un ejercicio de deliberación y decisión publica, dando a la población universitaria la real dimensión de las implicaciones concretas de cada articulo y el sentido integral que relaciona los contenidos de estos artículos con el modelo de universidad que requiere Colombia. Por tanto es preciso que la construcción del estatuto sea un proceso democrático que recoja las propuestas elaboradas desde los semestres, las carreras y las facultades de todas las sedes de nuestra universidad. Un estatuto construido nacionalmente y convalidado por un plebiscito vinculante que le dará el carácter de obligatorio cumplimiento a las directivas de la universidad.

3. Buscaremos a través de la comisión negociadora, restablecer la negociación con las directivas de la universidad en la reunión del próximo martes 20 de mayo en la sesión del Consejo Superior Universitario, para plantearles nuestra disposición de salir de la crisis actual a través de la propuesta que hemos esbozado. Consideramos que la universidad debe estar atenta a los legítimos reclamos del estudiantado, que ha manifestado permanentemente su rechazo a un estatuto estudiantil que promueve la restricción a los derechos fundamentales como los de la libertad de expresión, de asociación, la libertad de cátedra entre otros. El movimiento manifiesta así su disposición de sentarse a la mesa para encontrar caminos de acuerdo que permitan poner al centro los intereses de la universidad pública colombiana.

4. El movimiento emprenderá acciones jurídicas y de resistencia civil necesarias para la promoción y convalidación del pliego nacional de exigencias. Por tanto en las distintas sedes se impulsaran movilizaciones, concentraciones y demás que aglutinen a la comunidad universitaria en función de hacer entender al CSU el revestimiento de las decisiones tomadas antidemocráticamente.
5. La próxima semana se realizaran asambleas por facultades, asambleas generales en cada una de las sedes, en donde se abordaran especialmente los informes de la comisión nacional negociadora, el informe de la asamblea nacional de estudiantes de la Universidad Nacional y se construirá la agenda de movilización por sedes.
6. Rechazamos las declaraciones del Rector Moisés Wasserman que han intentado legitimar acciones de represión contra el movimiento universitario, que pasan por anunciar militarización de las sedes, el adelanto de vacaciones o peor aun, la cancelación del semestre. Todos, pronunciamientos que son muestra fehaciente de la falta de voluntad política tanto de la administración de la universidad como de la misma incidencia del gobierno nacional en el atropello a la organización estudiantil y a los procesos democráticos. Responsabilizamos a las directivas en cabeza del rector Wasserman, por ser quienes tienen la posibilidad de declarar el cierre de semestre, y a sus determinaciones autoritarias, el costo político, social y económico, que una medida autoritaria de esa magnitud tendría para la Universidad Nacional de Colombia, costos que no se compadecen con la posibilidad de derogar del Acuerdo 008 del 15 de abril de 2008, en aras de la democracia en la universidad.

Bogota, 18 de Mayo de 2008

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