Los niños y las niñas: otras víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales

Los niños y las niñas: otras víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales

Los últimos acontecimientos en los que militares de la Brigada Móvil n°. 5 agredieron y asesinaron a tres niños en Arauca, ha desencadenado reflexiones varias de la opinión pública alrededor del Ejército nacional y su institucionalidad. Sin embargo, sabiendo que nuestra sociedad tiende a dejarse llevar por la emotividad y por su memoria a corto plazo, acorralados por las estrategias mediáticas que para sus fines utilizan los grandes medios y los poderes políticos, a continuación reseñaremos algunos casos (no son todos) en que niños, niñas y jóvenes han sido asesinados y/o agredidos por aquellos que en teoría están para cuidarlos y no para atacarlos.

 

 

Esto nos debe llevar a pensar en las implicaciones
que las políticas gubernamentales tienen sobre el
comportamiento poco sano y hasta patológico de
los militares colombianos.

Asesinado un joven de 15 años en Medellín.

El menor JHON FABER AGUIRRE TABORDA de
15 años de edad, se encontraba el día 18 de agosto
de 2002 departiendo con varios jóvenes en la
discoteca llamada “Oro Sólido”, en Medellín
(Antioquia). Aproximadamente a las 5:00 de la
mañana, miembros del ejército adscritos al
Batallón de infantería N°. 10 Coronel Atanasio
Girardot, pelotón Córdoba N°. 4, adscritos a la
Cuarta Brigada, llegaron al lugar efectuando un
operativo de requisa e ingresando al
establecimiento donde estaba Jhon Faber con sus
amigos. Los militares lo obligaron a abandonar la
discoteca y acompañarlos, al igual que a otro
joven de nombre Hernan Dario Vidales
Hernández a quien había aprehendido en un
barrio aledaño, llamado La Cruz. Posteriormente
después de salir de la discoteca, los vecinos de la
zona observaron que los dos jóvenes fueron
llevados por los miembros del Ejército hasta el sector conocido como La Torre, donde fueron
encontrados muertos.

El cadáver de Jhon Faber lucía prendas de uso
militar, con pasamontañas y pantaloneta
camuflada, haciéndolo pasar como guerrillero,
pese a que al momento de ser detenido vestía jeen
azul y buzo de color gris. La inspección del
cadáver da cuenta que la pantaloneta camuflada
con que fue vestido se la colocaron por encima
del jeen, siendo aquella de talla 40 y el era una
persona de contextura pequeña que solo media
1.60 mts [1]

Joven estudiante, asesinado por el Ejército y presentado como muerto en combate.

El 13 de marzo de 2003, en Rionegro (Antioquia), fue
asesinado por integrantes del Ejército nacional,
ORESTE DE JESUS MORALES, un joven de 16
años de edad.

De acuerdo a la denuncia, Oreste, fue retenido por
Tropas del Batallón de Artillería No. 4
“Granaderos” de la IV Brigada del Ejército, U
nidad ALCATRAZ, cuando se desplazaba desde
su vivienda al colegio de la vereda.

Posteriormente, fue trasladado hasta el sitio
conocido como la Partida de San Rafael, donde
permaneció retenido durante todo el día. Su
familia inició la búsqueda hasta que finalmente lo
encontraron muerto en la morgue del municipio
de Rionegro, reportado como muerto en
combate [2].

Asesinados dos jóvenes de 17 años de edad en Granada.

 

El 13 de julio de 2003, en la vereda Los Medios en Granada (Antioquia), miembros del Batallón de Artillería No. 4 “Cr. Jorge Eduardo
Sánchez Rodriguez”, llegaron a la residencia de la
familia Ceballos en donde se encontraba
NELSON ABAD CEBALLOS y YESSICA
MARCELA QUINTERO, ambos de 17 años de
edad. Los militares los sacaron a la fuerza y
minutos mas tarde los ejecutaron en
inmediaciones de la misma vereda. Los cadáveres
fueron recogidos por el Ejército y conducidos en
un vehículo de servicio público hasta la vereda El
Chocó del municipio de San Carlos (Antioquia),
de donde fueron transportados al día siguiente por
un helicóptero del Ejército nacional.

El Ejército efectúo el respectivo levantamiento de
los dos cadáveres para luego presentarlos como
guerrilleros muertos en combate [3].

Niña asesinada y presentada como guerrillera muerta en combate.

 

El 17 de septiembre de
2003, la joven LUZ ESTELLI MORALES
ARIAS (16 años de edad) se encontraba es su
hogar ubicado en la vereda El Morro del
municipio de Granada Antioquia, en compañía de
sus hermanas Blanca Lili Morales Arias y Janet
Morales Arias. Aproximadamente a las 9:00 de la
mañana, arribó una patrulla perteneciente al
Batallón de Artillería N° 4, Bajes, adscrito a la
Cuarta Brigada del Ejército nacional, procediendo
a indagar por los nombres de las personas que allí
residían.

Manifestaron que buscaban a Luz Estelli
a quien procedieron a retener y le solicitaron a su
hermana Blanca Lilia que los acompañara hasta la
vereda La Linda, lugar donde tenían instalado un
campamento. Manifestaron además que en aquel
lugar se encontraba una mujer que diría si ellas
“estaban bien”, de lo cual dependería su retorno a casa. En el trayecto hacia la vereda La Linda un
soldado obligó a Luz Estelli a portar un fusil de
dotación oficial y le decía que le quedaba bonito
y parecía que estaba enseñada a cargarlo. Cuando
llegaron al lugar donde se encontraba acantonada
la patrulla militar, salió una joven que tenía el
rostro cubierto y señaló a Luz Estelli
manifestando que era la persona que buscaban;
luego indicó que la joven de blusa roja,
refiriéndose a Blanca Lili, no era la persona que
buscaban. Inmediatamente los uniformados le
indicaron a Blanca Lili que abandonara el lugar,
que su hermana Luz Estelli sería entregada a
Bienestar Familiar por tratarse de una menor de
edad.

Blanca Lili Morales Arias reconoció a la persona
encapuchada que señaló a su hermana como
LUISA (al parecer de nombre DEISY LILIANA
PARRA GIRALDO), quien semanas antes había
llegado con sus padres, procedente del municipio
de San Carlos, a vivir en la vereda El Morro y
había establecido algún tipo de amistad con su
hermana Luz Estelli. Inmediatamente Blanca Lili
dio aviso a su madre y ambas se desplazaron
hacia el lugar donde habían dejado cautiva a Luz
Estelli, siendo informadas por un centinela que se
encontraba custodiando el lugar donde se hallaba
acantonada la tropa, que la joven había escapado.

En la noche de ese 18 de septiembre de 2003,
cuando se encontraban en su residencia en la
vereda El Morro, la familia Morales Arias
escuchó algunos disparos y temieron que
hubiesen asesinado a Luz Estelli. Inmediatamente
se desplazaron hacia la vereda La Linda y los
vecinos del lugar les informaron que el ejército
había abandonado el lugar desde las 5:00 de la
mañana, encontrando en lugar visibles rastros de
sangre.

Este grupo de personas emprendió la búsqueda de
los militares. Más tarde lograron ubicar la patrulla
y al preguntarle por Luz Estelli a un militar, éste
respondió que pensaba que ellos habían ido a
entregarla, pues Luz Estelli había escapado en
busca de la guerrilla para atacarlos y que en
efecto habían sufrido un ataque la noche anterior.
Además les dijo que si ella volvía a su casa, la
presentaran ante el Batallón de Artillería N° 4.
Posteriormente, pobladores del lugar informaron
a la familia de Luz Estelli que los militares
cuando abandonaron el lugar, habían sacado a
lomo de bestia el cadáver de una joven que al
parecer era Luz Estelli.

El mismo 17 de septiembre de 2003, los militares
reportaron que en la vereda el Morro se había
suscitado un enfrentamiento con la guerrilla del
ELN y luego cuando realizaron el registro del
área encontraron una mujer que fue reconocida
por la desertora DEISY LILIANA PARRA
GIRALDO de haber estado con ella en la
mencionada organización insurgente. Sin
embargo, el cadáver de Luz Estelli permaneció
desaparecido hasta mayo de 2006 cuando por
orden de la Unidad de Derechos Humanos de la
Fiscalía fue exhumado su cadáver, enterrado
como NN en San Carlos (Antioquia) [4].

Militares desaparecen a un niño y asesinan a tres personas en Tiquisio.

 

El 27 de enero de
2004, en horas de la mañana, una unidad militar
adscrita al Batallón de Infantería Mecanizado No.
4 “General Antonio Nariño” del Ejército nacional
llegó hasta una alberca de cianuración (donde se
procesa oro) ubicada en los corregimientos de
Casa de Barro y Agua Fría, en Tiquisio (Bolívar),
donde se encontraban trabajando los mineros
Giovanny Vega Atencia y Jairo de Jesús Villalba Campuzano, a quienes detuvo arbitrariamente.

Más tarde, en el camino que de Casa de Barro
conduce a Canónicos, en el sitio conocido como
el Cerro del Oso, esta misma unidad militar
detuvo al señor Norberto Campuzano Zuleta y a
un niño de 13 años llamado Osneider Solano
Zuleta a quienes mantuvieron desaparecidos.
A pesar de la angustia, los familiares de estas
personas solo pudieron iniciar la búsqueda hasta
el 30 de enero de 2004, debido a los constantes
bombardeos por parte del Ejército.

Inmediatamente se dirigieron a la base militar del
Batallón Nariño, ubicada en el corregimiento El
Coco, en donde hablaron con un militar
identificado como el Capitán Espitia, quien se
negó a dar alguna razón acerca de las personas
que, presumiblemente, se encontraban detenidas.
El día siguiente, los familiares de las víctimas
fueron acompañados hasta la base militar por más
de un centenar de habitantes de esa localidad que
sabían de las calidades personales de los
desaparecidos para exigir información.

Ese día el Capitán Espitia afirmó ante estas personas que los
señores Giovanny Vega Atencia, Jairo de Jesús
Villalba y Nolberto Campuzano Zuleta eran
guerrilleros y que habían sido dados de baja por
la tropa. Asimismo, señaló que los cadáveres
serían entregados en dos o tres días. Respecto de
la suerte corrida por el menor de edad Osneider
Solano Zuleta afirmó no tener conocimiento.
Posteriormente, al tratar de reclamar los
cadáveres, el Capitán Espitia informó a los
familiares de las víctimas que las tres personas
asesinadas habían sido señaladas por un supuesto
informante de pertenecer a la guerrilla y que por
esta razón habían sido ejecutadas. Igualmente les
informó que los cadáveres habían sido trasladados
al nunicipio de El Banco (Magdalena).

Ante esta situación, los familiares de las víctimas
viajaron hasta la base militar del Batallón Nariño
ubicada en El Banco en donde fueron atendidos
inicialmente por un militar que se identificó como
el Sargento Martín y posteriormente por una
persona quien dijo pertenecer a la fiscalía, que no
quiso identificarse, los maltrató verbalmente,
señalando a todos los habitantes de la región
como guerrilleros y, les advirtió en tono
amenazante que si realizaban denuncias por lo
ocurrido iban a sufrir las consecuencias.
Finalmente fueron atendidos por tres funcionarios
del Ejército que dijeron ser oficiales y quienes les
mostraron las fotos correspondientes a los
cadáveres de las tres personas asesinadas, los
cuales fueron reconocidos por sus familiares.

Estos funcionarios señalaron que para poder hacer
entrega de los cuerpos debían llevar los registros
civiles de las víctimas y de ellos en su calidad de
familiares. Sin embargo, cuando los familiares de
las víctimas presentaron la documentación
exigida para lograr la entrega de los cuerpos de
sus parientes, la entrega de los cadáveres les fue
negada con el pretexto de no ser procedente
debido a la falta de unas gestiones
correspondientes al Instituto de Medicina Legal
de Santa Marta. A pesar que los familiares de
estas personas ejecutadas extrajudicialmente por
la unidad del ejército colombiano en mención
rogaron insistentemente para que los cuerpos de
sus parientes les fueran entregados, el Estado
nunca cumplió con esa obligación y el menor
nunca fue entregado por el Ejercito [5].

Niño de 3 años asesinado en operación militar en la Pemada.

 

El 31 de marzo de 2004, en el sitio
conocido como La Pemada ubicado en el territorio colectivo de Curvaradó en el municipio
de Murindó (Antioquia), fue asesinado Ricardo
Guaraona, un niño de 3 años durante un operativo
militar, en el que además amenazaron,
maltrataron a los pobladores del lugar,
obligándolos a mantenerse sentados o acostados
durante 15 horas, aproximadamente.

De acuerdo a la denuncia, entre las 7:45 y 8:15, de
la mañana, pobladores de La Pemada que salieron
a cosechar, regresaron asustados y se ubicaron en
una de las casas de la comunidad, luego de
observar a la distancia la presencia de un grupo
de hombres vestidos de camuflado, con armas
largas y cortas. Minutos después, los camuflados
e integrantes del Ejército nacional, iniciaron una
balacera que duró por lo menos 15 minutos.

Después de este tiempo, militares adscritos a la
Décima Séptima Brigada gritaron a las personas
que se encontraban en la vivienda (seis familias,
40 personas civiles): “¡Tírense al suelo que
ustedes los tienen aquí!”.

En medio del tiroteo un militar expresó: “un niño
está muerto”, dejaron de disparar. Pastora Vidal,
madre del menor Ricardo Guaraona de 3 años de
edad, fue a buscar a su hijo que se encontraba
tirado en el suelo sin vida. Su madre lo levantó y
regresó al sitio. Cuando los niños lloraron, los
militares ordenaron que solo una mujer se
levantara a servirles comida.

Entre tanto, otro grupo de ellos requisó los bolsos
de todas las personas que se encontraban allí,
anotaron los nombres de los niños y adultos con
su respectiva cédula y censaron a los pobladores.
Posteriormente, separaron los niños a un lado y
las niñas a otro, de acuerdo a la edad de cada uno,
tomaron nota de cada uno de ellos. Luego
preguntaron por las cabezas de familia y la
cantidad de hijos y de hijas que tenían y registran
y comparan toda esta información. Durante todo
el tiempo obligaron a los pobladores a
permanecer en silencio.

El padre del niño asesinado, Ricardo Guaraona
Vidal, se encontraba junto con otros tres
pobladores, aproximadamente a 20 minutos del
lugar de los hechos, cuando cesó el tiroteo, este se
dirigió rápidamente a su casa, fue detenido por un
militar que le expresó: “tírese al piso este H.P.
guerrillero donde tiene el fusil?”. El poblador
expresó, “el único fusil que tengo es las manos
para trabajar”. El regular lo amenazó: “Si no se
queda quieto lo mato”. Diez minutos después le
dio la orden de levantarse a menos de cien metros,
otro soldado, expresó: “este hp. guerrillero dónde
estaba para matarlo”. Ricardo respondió “soy
campesino, si me quiere matar hágalo”. Otro
militar agregó: “Ah! este perro es guerrillero,
está bueno para matarlo ya!”, con la punta del
fusil le tiró un golpe fuerte en el cuello. Luego de
insistir en que es campesino, y al preguntarle que
si tenía un hijo, y tras la respuesta de don Ricardo,
el militar manifestó: “como que a ese fue al que
asesinaron”.

Hacia las 10:30 de la mañana, presentaron al
padre del niño, ante un Teniente, quién expresó:
“ya la embarramos, matamos a su hijo, pero que
vamos a hacer”. El campesino exigió al militar
dejar velar al hijo, pero el Teniente se negó
rotundamente. “No hay permiso para que salga
nadie de aquí”. Agregó el militar “cálmese,
cálmese” (…) “si usted quiere, yo hago venir un
helicóptero para recogerlos”.

Posteriormente, los militares llevaron a los
familiares del menor de edad a un lugar donde era
posible el aterrizaje del helicóptero militar. Luego
de caminar durante 30 minutos con los familiares
del menor, instalaron el equipo de comunicación
y llamaron a la Décima séptima Brigada. Allí dos
delegados de Fiscalía y un médico, le tomaron varias fotografías al niño, lo midieron, luego les
tomaron una fotografía a su madre y a su padre.

Hacia las 9:00 de la noche, trasladaron los restos
sin vida del niño Ricardo y otros dos hombres
asesinados y que según los militares eran
guerrilleros muertos en un enfrentamiento en
Caño Seco.

El 1° de abril de 2004, el niño fue velado en una
sala costeada al parecer por la décima séptima.
Mientras eran transportados uno de los militares
aseveró: “a ustedes los campesinos les gusta
tapar mucho” (…) “esos acompañantes
nacionales y de otros países son unos corruptos,
ellos no acompañan a la población civil sino a la
guerrilla”.

De acuerdo con algunos testimonios, antes de las
exequias, un oficial del ejército tomó la denuncia
del asesinato, este mismo militar le planteó a la
familia que fueran a denunciar el caso a la
Personería, a la Defensoría a ver que hacían, si no
se hace la denuncia en los próximos días, “a usted
el niño no se lo pagan”. El padre de Ricardo
expresó: “Ustedes nos acusan de guerrilleros, no
lo somos, nos dejan así, ahora qué hacemos?”
entonces, el efectivo regular les entregó $100.000
(U.S. $40) agregándole: “nosotros hasta ahí
llegamos. No se preocupe por el ejército, ellos ya
saben y no le va a pasar nada”. El 2 de abril se
realizó el sepelio del niño [6].

Un niña de 16 años y un campesino fueron
asesinados por el Ejército y presentados como
muertos en combate. El 3 de julio de 2004,
aproximadamente a las 10:30 de la mañana, en la
vereda San Francisco, del municipio de Granada
(Antioquia), integrantes del Batallón de Artillería Nro 4 Bajes, adscrito a la Cuarta Brigada del
Ejército Nacional, Batería A atacador 2, llegaron
hasta la casa del señor Oscar Alonso Salazar
Aristizabal y lo sacaron de ella, sin que mediara
orden de captura o situación de flagrancia. Uno
de sus hijos trató de acompañarlo para saber de su
destino pero los soldados le dijeron que regresara
a su casa que luego llegaría su padre. Luego los
solados retuvieron a SANDRA MILENA
GIRALDO, de 16 años de edad, y llevaron los
retenidos hasta la vereda La Mesa.
Posteriormente, Sandra y Oscar aparecieron
muertos y sus cadáveres fueron llevados por las
tropas oficiales al municipio de Cocorná,
aduciendo que se trataba de guerrilleros muertos
en combate cuando pretendían instalar un campo
minado en la vereda San Francisco [7].

Tres niños fueron asesinados durante la
masacre de San José de Apartadó. El 21 de
febrero de 2005. en San José de Apartadó, en el
municipio de Apartadó (Antioquia), fueron
asesinados, torturados y desaparecidos los niños
DEINER ANDRÉS GUERRA, de 10 a años de
edad; SANTIAGO TUBERQUIA MUÑOZ, de 2
años y NATALIA TUBERQUIA MUÑOZ, de 6
años de edad. Junto a ellos fueron asesinado sus
padres y familiares Alfonso Tuberquia Graciano y
Sandra Muñoz Pozo y Luis Eduardo Guerra,
representante de la comunidad de paz y su esposa,
Deyanyra Areiza Guzmán. El crimen fue
cometido por integrantes de la Décima primera
Brigada del Ejército nacional quienes después de
descuartizar sus cuerpos los escondió en dos fosas
comunes cerca a la Comunidad de Paz de San
José de Apartadó [8].

Por este crimen están vinculados nueve
suboficiales, 58 soldados profesionales, un
capitán y tres paramilitares, estos últimos ya se
encuentran condenados. Así mismo, tres
coroneles acusaron al excomandante del Ejército
nacional y actual embajador de Colombia en
República Dominicana, general retirado Mario
Montoya Uribe como supuesto determinador de
esta masacre [9]. Sin embargo, el proceso aún
continua, sin la condena de todos los culpables.

Militares asesinaron a un niño de 15 años en
Granada. El año anterior habían asesinado a
su hermano de 17 años. El 6 de mayo de 2005,
en la vereda la Mesa, del municipio de Granada
(Antioquia), JAVIER AUGUSTO GARCÍA
IDARRAGA, de 15 años de edad, se encontraba
resolviendo un daño en la toma que conducía el
agua a la casa de una vecina en compañía de la
hija menor de la vecina.

En momentos en que se
dirigían a la bocatoma fueron interceptados por
tropas pertenecientes al Batallón de artillería No.
4 BAJES, adscritas a la Cuarta Brigada del
ejército, los cuales gritaron alto y dispararon
inmediatamente, dando muerte al menor Javier
Augusto. La madre del menor al conocer de la
muerte de su hijo llegó hasta el lugar donde se
encontraban los soldados y los recriminó por el
hecho, a lo que estos le respondieron que había
sido una equivocación. No obstante el
reconocimiento del error por parte de los
militares, el joven fue reportado como muerto en
combate.

El año anterior, en agosto de 2004, había sido
asesinado un hermano de este joven de tan solo 17
años de edad, llamado ÁLVARO DE JESÚS
GARCÍA IDARRAGA quien fue enviado por su madre a coger algunas naranjas para hacer el jugo
para los niños de la escuela de la vereda en donde
ella trabajaba. Transcurridos diez minutos se
escucharon explosiones y disparos en el sector.
Poco antes había pasado tropa del Ejército por el
patio de la escuela, por lo que presumiblemente
se trataba de un enfrentamiento. En horas de la
tarde bajó el Ejército con el cadáver del menor, el
cual fue sepultado como NN en el municipio de
Cocorná (Antioquia).

Posteriormente, el 5 de mayo de 2006 el Juzgado
23 de Instrucción Penal Militar informaría a la
Fiscalía de Santuario que en ese Despacho se
adelantaba indagación preliminar por la muerte
de un joven ocurrida el 3 de agosto de 2004, en
medio de la operación Espartaco, quien resultó
ser Álvaro de Jesús [10].

Soldados asesinan a joven en Antioquia delante
de su hermana menor. El 15 de febrero de 2006,
SUSANA PATRICIA GALEANO, una joven de
17 años, se encontraba con su hermana menor
Diana Sofía, en la finca donde vivía en compañía
de su padres, dedicadas a las labores del hogar.
Aproximadamente a las 12:30 de la tarde, por la
finca donde se encontraban las hermanas
Galeano, pasó un joven quien luego de conversar
con ellas un momento, y contarles que por ahí
cerca venía personal del Ejército nacional, se fue
con rumbo desconocido.

Pocos momentos después las hermanas
escucharon disparos de arma de fuego en cercanía
a la finca donde vivían. Diana Sofia, asustada
corrió al patio donde su hermana Susana, barría.

Momentos después escucharon una voz que desde
la parte externa de la vivienda llamaban para que
los ocupantes de la vivienda salieran. Una vez
salieron de la vivienda, observaron a una
distancia aproximada de 2 metros y medio,
soldados pertenecientes al Batallón Granaderos,
Contraguerrilla número 4 quienes sin mediar
palabra dispararon en contra de la humanidad de
la joven SUSANA PATRICIA GALEANO
GALEANO [11].

Niña de tres años y sus padres asesinados en Garzón.

 

Los militares afirmaron que habían
respondido a disparos hechos por las víctimas.
El 26 de noviembre de 2006, en Garzón (Huila),
integrantes del batallón de Infantería N°. 26
Cacique Pigoanza del Ejército nacional
asesinaron a una niña de 3 años llamada
MICHELE DAYANA ALVARADO MEJIA.

Junto a la niña fueron asesinados su padre y su
madre. De acuerdo a la denuncia, los militares
afirmaron que habían sido emboscados y que
ellos simplemente habían respondido a los
disparos. Sin embargo, casi cuatro años más
tarde, el 21 de septiembre de 2010, se conoció que
tras las investigaciones, un fiscal de Derechos
Humanos y DIH, pudo establecer que no hubo
cruce de disparos y que las armas de fuego
accionadas fueron las de los uniformados, que ni
Alvarado Rivera ni su esposa pertenecían a
ningún grupo armado ilegal y que efectivamente
estas personas fueron asesinadas por los
uniformados [12].

Joven asesinado por el Gaula de Rionegro.

 

El 24 de febrero de 2007, aproximadamente a las 22:00 horas, MAICOL ANDRES LOSADA
ALVAREZ de 17 años de edad, le pidió permiso a
su abuela para ir a un baile y salió de su casa
junto con su amigo llamado Mario Andrés
Arboleda Álvarez y lo último que se supo de
ellos fue que se montaron en un taxi.

Desde esa noche surgió la preocupación entre sus
familiares y amigos al ver que no llegaba, puesto
que esta situación no era para nada normal. Al
otro día 25 de febrero los familiares de Maicol
empezaron a buscarlo sin tener éxito.

El 27 de febrero en horas de la mañana los
familiares de los jóvenes fueron avisados que en
la morgue del municipio de Guarne se
encontraban dos cadáveres con las mismas
características de ellos. Las madres reconocieron
los cuerpos de sus hijos quienes aparecían
presentados por el GAULA de Rionegro, como
delincuentes abatidos en un operativo el día 24 de
febrero [13].

Una niña de 5 años muere en ametrallamiento
militar. El 2 de abril de 2007, en el Charco
(Nariño), tropas aerotransportadas del Ejército
nacional ametrallaron indiscriminadamente varios
sectores rurales del municipio, al igual que
deliberadamente ametrallaron una lancha en la
que se movilizaban tres mujeres, una niña de 5
años de edad resultó muerta. En los
ametrallamientos resultaron averiadas las
construcciones de las instituciones educativas de
Morrito, Magdalena, Rosario, Vuelta Larga,
Pulvusa La Vega y Pulvusa Pueblo Nuevo [14]

Joven de 16 años asesinado en Cocorná.

 

El 1º
agosto de 2007, en la vereda El Porvenir de la
Florida del municipio de Cocorná (Antioquia) el
Ejército nacional había bombardeado el sector
conocido como el Cañón de Río Verde y luego
hicieron presencia en el lugar pero se encontraban
camuflados, es decir los pocos pobladores de la
zona no se percataron de que se encontraban en el
área. Hacía las cuatro de la tarde ROBEIRO
VALENCIA GONZÁLEZ de 16 años de edad,
había salido de su casa de habitación a llevarle
comida a un hermano y a un primo suyo de
nombres Nelson Valencia y Mauricio Aristizabal
que se encontraban cazando y pescando, llevaba
una tula o mochila con la comida y una escopeta
de chimenea para cazar. Hacia las 4.30 p.m.
empezó un tiroteo cerca de las viviendas como si
se tratara de un enfrentamiento con la guerrilla.

En horas tempranas del día 2 de agosto los
familiares salieron a buscar a Robeiro, a Nelson y
a Mauricio y encontraron solo a los dos últimos
que cuando escucharon el tiroteo salieron
corriendo y no se encontraron con Robeiro.

Siguieron la búsqueda y encontraron en el sitio El
Chapucero, en una casa de habitación abandonada
huellas de sangre y en otro muy distante conocido
como el Plan de la Cruz enterradas hallaron la
tula con los alimentos y la escopeta de Chimenea
y un chaleco que llevaba puesto el joven.

Ese día 2 de agosto, soldados se arrimaron a la
vivienda de la familia de Robeiro a pedir una
bestia o mula para cargar. Los familiares se
negaron a prestarla pero los militares igual se la
llevaron. Al poco tiempo pasaron con el cuerpo
de una persona. Los familiares reconocieron que
se trataba de Robeiro pero los soldados no
permitieron dejarlo ver. Como tampoco
accedieron a dejar ver el cadáver en el casco
urbano del municipio de San Francisco y lo
trasladaron al casco urbano del municipio de
Cocorná a donde le hicieron el levantamiento del
cadáver [15]

Joven de 16 años quien padecía retardo mental fue asesinado por el Ejército en Ocaña.

 

El 31
de agosto de 2008, en la vereda La Urama,
municipio de Ábrego (Norte de Santander),
integrantes del Ejército nacional, asesinaron a
JONATÁN ANDRÉS MEZA BADILLO un joven
de 16 años quien al padecer de retardo mental, su
discernimiento y conducta eran equiparables a las
de un infante de 10 años.

De acuerdo a la denuncia, el 30 de agosto de
2008, en horas de la tarde, Jonatan Andrés, luego
de ayudar a su madre a destapar las cañerías de su
casa salió vistiendo una pantaloneta azul con una
franja blanca, camiseta amarilla y chancletas
azules. Su madre, le estuvo esperando para que se
aseara y comiera pero el joven nunca regresó. Al
comienzo pensó que tal vez se había quedado
distraído en algún lugar del pueblo. Sin embargo,
una vez se percató que no llegó en toda la noche y
tampoco en la madrugada, pensó que algo le
había pasado.

La madre de Jonatan, alertó a su familia e inició
una búsqueda que resultó infructuosa. Acudió a
diferentes organismos tales como la Policía
nacional, las instituciones médicas, la Personería
de Gamarra y la Defensoría del Pueblo de
Aguachica, entre otras. Asimismo se elaboró un
afiche de desaparecido que repartieron por la
ciudad de Gamarra y Aguachica, fijándolo
también en lugares visibles al público.

Igualmente, acudieron a los medios de
comunicación para divulgar el anuncio de la desaparición de su familiar y solicitar cualquier
información a las personas de la comunidad.
Finalmente el 12 de septiembre de 2008, una
persona conocida les informó que había
escuchado a través de la radio que en el municipio
de Ocaña (Norte de Santander) se encontraba el
cadáver de una persona que había sido dada de
baja en combate. Al escuchar esto, la madre de
Jonathan se dirigió a la Personera de Gamarra,
quien inmediatamente se comunicó con el
Personero de Ocaña, quien les solicitó se
acercaran a la morgue de Ocaña para hacer el
respectivo reconocimiento. Así, la madre viajó
hasta Ocaña donde encontró el cuerpo sin vida de
su hijo desaparecido. Según el reporte dado por la
Fiscalía, el menor fue abatido en enfrentamientos
registrados en la vereda La Urama, el 31 de
agosto, siendo señalado como presunto
subversivo.

La afirmación del Ejército, de que la muerte de
Jonathan obedece a un combate y que la víctima
era miembro de un grupo subversivo contrasta
con la corta distancia en que fueron efectuados
los disparos a la víctima, con su condición de
retardo mental y con el hecho de que al momento
de ser hallado su cuerpo, este no tenia vestido
camuflado y por el contrario llevaba la misma
ropa con la que se le vio por ultima vez [16].

Dos niños fueron asesinados por militares en Yondó.

 

El 17 de octubre de 2009, en Yondó
(Antioquia), Soldados del Batallón Energético y
Vial N°. 7 fueron presuntamente responsables de
la muerte de dos adolescentes de 15 y 16 años.

Las víctimas aparentemente se desplazaban en
una motocicleta y recibieron varios impactos de bala, sin que hubiera existido una previa
identificación u orden de detenerse [17].

Niño recién nacido muere durante bombardeo militar.

 

El 19 de febrero de 2010, hacia las 11:30
de la mañana en Carepa (Antioquia), falleció un
niño de un mes de nacido quien junto con su
familia había resultado herido en un bombardeo
llevado a cabo por integrantes del Ejército
nacional el 30 de enero de 2010 [18]. De acuerdo a
las denuncias, entre la 1:00 y las 2:00 de la
mañana, sobre el Resguardo Urada Jiguamiando
en Alto Guayabal, Carepa (Antioquia), se
escucharon sobrevuelos de helicópteros y ráfagas
de fusil. Posteriormente, hacia las 3:30 de la
mañana los indígenas escucharon helicópteros
que aparecieron como fantasmas y arrojaron
bombas cerca a las viviendas. Como
consecuencia, una de las viviendas quedó
destruida. En esta vivienda habían cinco
personas: tres adultos y dos niños, uno de 8 años
y otro de 20 días de nacido. Todos, excepto el
menor de 8 años quedaron gravemente heridos.

Además de la vivienda afectada, fueron
destruidos los cultivos de pan coger y muchos
árboles.

Estas víctimas pertenecen a una comunidad
indígena que ha sufrido desplazamiento y
hostigamiento de los diferentes actores armados:
Ejército, paramilitares y guerrilla y que llevaba
sólo un año de haber regresado a este territorio [19]

Entre el 5 y 6 de febrero de 2010, una Misión
Humanitaria, se desplazó a Alto de Guayabal para verificar lo ocurrido el 30 de enero y pudieron
comprobar que:

· Aproximadamente cien metros a la
redonda del lugar de los hechos, el bosque
estaba completamente devastado y
quemado. Había desaparecido cualquier
signo de naturaleza (arbustos, hierba o
árboles). Sólo quedaba tierra quemada y
varios huecos de aproximadamente 2
metros de diámetro por un metro de
profundidad, dentro de los cuales se
encontraron restos metálicos armas
explosivas y metrallas. También se halló
un casquillo de proyectil de alto calibre
tipo M 60 con las que están dotados los
helicópteros de las Fuerzas Armadas.

· José Nérito Rubiano Bariquim, recibió
varios impactos de metralla en su cuerpo,
quedando inmovilizado desde la cintura
hasta sus extremidades inferiores, e
inconsciente por la onda explosiva del
artefacto bélico. Su esposa, la señora
Marta Ligia Majoré, recibió impactos de
metralla en su rodilla derecha y varias
esquirlas en el abdomen. Además del
aturdimiento y la pérdida de conciencia
momentánea por la onda explosiva. Los
tres menores que se encontraban en el
lugar no fueron impactados, pero fueron
arrojados fuera de la vivienda por la onda
explosiva, aturdidos y con pérdida
momentánea de la conciencia. Momentos
después de recobrar la conciencia, la
menor Celina Rubiano tomó a su pequeño
y al niño Jony Rubiano y huyó hacia el
caserío a dar la noticia y en busca de
ayuda. Una vez recibida la noticia en la
comunidad, se comisionó a un grupo de
cien indígenas para desplazarse hasta el
sitio del bombardeo, donde había recibido
el ataque la familia Rubiano Majoré.

· Tropas de la décima séptima Brigada del
Ejército Nacional al mando del Mayor
Oscar Góez, al percatarse de los hechos
trasladaron en helicóptero a José Nerito a
un hospital le dieron auxilio médico a
Marta Ligia, entregaron al menor Jony
Rubiano Majoré a un hogar del Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar en
Apartadó (Antioquia) y trasladaron a
Celina y su hijo de 20 días de nacido a las
instalaciones de la Brigada, en donde
permanecieron durante dos días.

· Durante los días 30 y 31 de enero de 2010,
el general de la Brigada XVII Hernan
Giraldo, el Brigadier Sergio Mantilla,
comandante de la VII División y el
Brigadier de CACOM 3
Barranquilla
sostuvieron reuniones con los líderes de la
comunidad en la que manifestaron su
intención de indemnizar a los afectados y
reconocieron su responsabilidad en los
hechos.

· El 11 de febrero de 2010, cuatro días
después de la visita de la Misión
Humanitaria, tropas del Ejército nacional,
se instalaron nuevamente en la comunidad
de Alto Guayabal [20].

Niño de 8 años muere tras ataque indiscriminado de miembros del Gaula.

 

El 25
de marzo de 2010, en el municipio de Aipe
(Huila), fueron asesinados Jorge Eliécer Soto
Mahecha y el niño Didier Alexander Clavijo
Jiménez, y herido el niño José Guillermo
Valencia Pérdomo (8 años de edad), presuntamente por miembros del Gaula adscritos
al Ejército Nacional. El cadáver del señor Jorge
Eliécer Soto fue presentado como el de un
“extorsionista del frente 66 del grupo guerrillero
Farc”.

Ese día seis integrantes del Ejército nacional que
vestían de civil y se identificaban con chalecos
del Gaula entraron disparando
indiscriminadamente en contra de la población
ubicada en la vereda Santa Rita del municipio de
Aipe (Huila), asesinando al campesino Jorge
Eliécer y al niño Didier Alexander, quien se
encontraba jugando en compañía de sus
hermanas. Los disparos llegaron hasta la
institución educativa Santa Rita, en donde resultó
herido en una de sus piernas el niño José
Guillermo Valencia mientras presentaba un
examen en el tablero del salón de clases.

La madre del niño asesinado relató que los
militares “se bajaron de la camioneta fue
disparando”. La madre del niño herido manifestó
que su hijo resultó herido “porque esta gente bajó
por la escuela dando bala”, e identificó a los
perpetradores como integrantes del “Gaula que
venían en esa camioneta blindada de vidrios
oscuros y cuando yo vi el hombre ese, se que
salió dando bala pero yo no escuché tiros de otro
lado sino las balas que ellos daban”.

La madre de Jorge Eliécer Soto, a propósito del
asesinato de su hijo manifestó: “Lo mataron
desgraciadamente ellos. Y sabe qué pasó, por la
tarde todo el mundo lo había visto tirado ahí en
el suelo como estaba sin una agujita ni nada sino
los papeles y enseguida lo iban a camuflar. Y
cómo lo hicieron, lo pasaron como guerrillero y
viendo que no era un guerrillero”.

A pesar de que el Ejército insiste en que estas
muertes se registraron en repuesta a un combate
con un grupo guerrillero, un líder de la
comunidad afirmó que “El Ejército no tuvo
enfrentamientos con nadie. Ellos dicen que hubo
combates, eso es una gran mentira; pregúntele a
cualquier persona, llegaron disparando, lo
hicieron en el matadero, en el colegio. No les
importó que hubiera mujeres”. Uno de los niños
de la comunidad relata: “Me persiguieron y me
iban a dar plomo, pensaban que yo era
guerrillero. Yo tengo apenas 12 años”.

La Novena Brigada, con sede en el municipio de
Neiva (Huila), ha afirmado que la investigación
de los hechos estará a cargo del Juzgado 64 de
Instrucción Penal Militar [21].

Un niño muerto y cuatro más quedan heridos, presuntamente en operación militar.

 

Entre el 12
y el 15 de agosto de 2010, en El Tarra (Norte de
Santander), resultó muerto un niño y cuatro más
quedaron gravemente heridos. Los pobladores del
municipio iniciaron una violenta protesta por
estos hechos y acusan al Ejército de ser el
responsable del hecho. A continuación
reseñaremos la información al respecto:

• El 12 de agosto de 2010, sobre las 10:00
de la noche, cuando un joven de 16 años,
hijo de Carmen Olivo Rincón se disponía
a regresar de una fiesta en la que se
encontraba en compañía de un familiar
entre el municipio del Tarra y la vreda el
Tarrita, escucharon unos disparos, lo que
los llevó a buscar protección, refugiándose
detrás de un barranco. Minutos más tarde,
cuando vieron que el peligro había
pasado, salieron para continuar su camino.

Sin embargo cuando el Ejército los vio, disparó en contra de los dos jóvenes
hiriendo al hijo de don Carmen Olivo en
la pierna izquierda. El joven herido fue
trasladado por su padre a la ciudad de
Cúcuta, para recibir atención médica.

• El 15 de agosto de 2010, siendo las 5:45
de la tarde, se escucharon dos disparos,
aproximadamente a dos cuadras del
parque principal. De inmediato tropas de
la Brigada Móvil No 23, que tienen una
base militar instalada dentro del casco
urbano del municipio, reaccionó de
manera violenta. En el momento un menor
de 16 años de edad con el nombre de
LUIS ESTEBAN CAMPO ROLON que
salía de una tienda para subirse a la moto,
fue alcanzado por las balas de los
militares, cayendo de inmediato muerto,
con la parte inferior de la cara destrozada.
Los militares en presencia de la
comunidad lanzaron una pistola cerca del
cuerpo del menor.

En el mismo hecho resultaron heridos los
menores ALEXÁNDER DÍAZ OSORIO
de 14 años de edad, LEONARDO
CARRASCAL 14 años y una niña cuyo
nombre se desconoce, quien de acuerdo a
la información de la comunidad, recibió
un disparo en el abdomen [22].

El alcalde de El Tarra, Jonny Márquez, expresó su
preocupación por los hechos que se presentan en
esa localidad y confirmó que la gente está
protestando ante el Ejército por esos hechos.
“La gente está bastante alborotada, saquearon el
Banco Agrario y parece que están tratando de ingresar también a la Alcaldía” porque están
“inconformes” con “la conclusión del Ejército” de
que esperará que se realicen las investigaciones
del caso, puntualizó Márquez [23].

Una niña de 14 años violada y asesinada junto a sus dos hermanitos en Arauca.

 

El 14 de
octubre de 2010, en Tame (Arauca), integrantes
de la Brigada Móvil n° 15 asesinaron,
desaparecieron y torturaron a tres niños de 14, 9 y
6 años, luego de abusar sexualmente de la niña
mayor. El cadáver de los menores fueron
encontrados dos días después por sus padres
quienes en compañía de algunos integrantes de la
comunidad iniciaron la búsqueda y solicitaron la
ayuda a los mismos militares quienes se negaron a
brindar cualquier apoyo: “…En ese momento, el
presidente de la Junta de Acción Local de Caño
Temblador le rogó al uniformado para que les
colaborara en la exhumación de los pequeños que,
al parecer, yacían en una fosa. “No podemos y no
nos corresponde” fue la fria y nerviosa respuesta
del teniente Muñoz”.

“Nosotros le manifestamos a él, es que los niños
los encontramos muertos en unas fosas comunes,
y el nos decía que no tenía ningún conocimiento
de eso. Y nos decía que él en ese caso no podía
hacer nada, porque como la cuestión era del
levantamiento, nos decía que el Ejército no tenía
autorización para hacer eso”, reveló el líder de la
población.

“Tras ser fotografiado por otros dos uniformados
desde un teléfono celular, sin ninguna
explicación, el campesino se marchó y se
comunicó con Álvaro para informarle del
hallazgo de una fosa a 200 metros de su casa” [24].

Por este hecho fueron retirados del servicio activo
“cuatro oficiales y tres suboficiales por fallas en
el ejercicio del mando y control de las tropas
ubicadas en el sector de los hechos” y en una
reunión privada el general Rafael Neira,
comandante de la Décima octava Brigada, y el
general Javier Fernández, comandante de la
Octava División, pidieron excusas al señor Álvaro
Torres, papá de los pequeños, manifestando “su
vergüenza por el hecho y ofrecieron al padre de
los niños apoyo sicológico” [25].

Sin embargo, el
señor Álvaro Torres, padre de los menores
denunció que dicha reunión que se dio puerta
cerrada, se hizo sin su consentimiento previo, y
que acudió a las instalaciones del I.C.B.F de
manera ingenua, en el entendido de que la reunión
trataría sobre las diligencias que venía
adelantando con el ICBF a fin de garantizar
condiciones de dignidad para él y sus hijos,
debido a su actual situación de desplazamiento
forzado. Así mismo, el señor Torres manifestó a
las organizaciones sociales y de derechos
humanos que vienen acompañando su caso que
“el Ejército nacional en ningún momento le
manifestó solicitud de perdón por los execrables
crímenes cometidos por uno o varios de sus
miembros, sino que la actitud de los miembros del
Ejército nacional buscaba que el señor JOSE
ALVARO TORRES diera su consentimiento para
grabar una entrevista en la cual accediera a
conceder el perdón al Ejército nacional y luego
ser presentados a los medios de comunicación
masivos. Situación que quedó en evidencia
cuando el señor Torres solicitó a la Fiscalía
General de la Nación su intervención ante la comandancia del Ejército nacional para que
cesaran las continuas y reiteradas llamadas
telefónicas que le hicieran el día viernes 5 de
noviembre, con el fin de que manifestara a los
medios la aceptación del perdón” [26].

En el mismo caso, además de las intimidaciones y
presiones hacia los familiares se ha podido
observar estigmatización en contra de Humanidad
Vigente y el Comité Permanente por la Defensa
de los Derechos Humanos, Seccional Arauca, por
parte del Comandante del Ejército nacional,
general ALEJANDRO NAVAS, quien en
entrevista realizada por el Diario El Tiempo del 6
de noviembre de 2010, al referirse al caso y al
padre de los menores, afirmó: “Don Álvaro
Torres es un padre atribulado por el inmenso
dolor que causa esa irreparable pérdida. Él
merece toda nuestra solidaridad y apoyo. Lo
hemos ubicado en Arauca para ofrecerle
protección, y nos han ayudado la Fiscalía regional
y otras autoridades. Organizaciones extrañas se
han apoderado de él para desorientarlo y formular
estas denuncias, que no hacen cuando asesinan y
maltratan a miles de niños. Qué mejor
oportunidad que esta para enlodar el esfuerzo del
Ejército” [27].

Tras la masacre de los tres niños en Arauca, se
conoció que indígenas, campesinas y desplazadas
de Arauca, son víctimas sistemáticas de
violaciones a sus derechos, consecuencia del
conflicto armado que azota la región.

En abril de 2010 se registró el caso de una niña
violada por un soldado de la Brigada 18 y otra
niña asesinada en Arauquita, a los que se suma la
desaparición, presunta violación y asesinato de
otra joven de 14 años el pasado 14 de octubre, en
hechos sucedidos fuera de combate a plena luz
del día y sobre el cual avanzan lentamente las
investigaciones [28].

Así mismo, la Defensoría del Pueblo, Volmar
Pérez Ortiz, denunció la muerte violenta de doce
menores de edad en lo que va transcurrido de
2010, uno de ellos presuntamente por el Ejército
(20 de enero de 2010) y el secuestro de tres más
entre los meses de enero a octubre del presente
año en otros municipios [29].

Un niño de 5 años muere, presuntamente en
fuego cruzado del Ejército y guerrilleros de las
Farc. El 5 de noviembre de 2010, en la Macarena
(Meta), un niño de 5 años murió, de acuerdo a las
autoridades, en fuego cruzado de militares y
guerrilleros de las Farc. Según el Ministro de
Defensa, “las Fuerzas Militares iniciaron una
investigación interna para determinar las
circunstancias en las que se inició el
enfrentamiento entre Fuerza de Tarea Conjunta
Omega y el frente 62 Yarí de las Farc, donde
falleció el menor [30].

 

 

 

Notas

[1Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento
sobre casos sobre ejecuciones extrajudiciales de la MEE,
Medellín, abril de 2009.

[2Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento
sobre casos sobre ejecuciones extrajudiciales de la MEE,
Medellín, abril de 2009.

[3Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento
sobre casos sobre ejecuciones extrajudiciales de la MEE,
Medellín, abril de 2009

[4Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento a
casos de ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá,
abril de 2009

[5Corporación Sembrar, Ficha de seguimiento a casos sobre
ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá, noviembre
de 2010.

[6Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Denuncia
Pública, Bogotá, 18 de abril de 2004.

[7Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento a
casos de ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá,
abril de 2009.

[8Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Denuncia
Pública, Bogotá, 25 de febrero de 2010.

[9Altos oficiales acusan al General Mario Montoya Uribe
de masacre de San José de Apartadó, Radio Santafe.com.
Bogotá, 5 de febrero de 2010.

[10Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento a
casos de ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá,
abril de 2009.

[11Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento a
casos de ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá,
abril de 2009.

[12Fiscalía General de la Nación, Soldados profesionales
asegurados por muerte de familia, Bogotá, 20 de
septiembre de 2010.

[13Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento a
casos de ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá,
abril de 2009

[15Corporación Jurídica Libertad, Ficha de seguimiento a
casos sobre ejecuciones extrajudiciales de la MEE, abril de
2009.

[16Corporación Sembrar, Ficha de seguimiento a casos
sobre ejecuciones extrajudiciales de la MEE, Bogotá,
noviembre de 2010.

[17Informe Anual del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, Ginebra, 4 de marzo
de 2010. http://ddhhcolombia.org.co/node/425

[18Organización Indígena de Antioquia, Comunicado
Público, Medellin, 22 de agosto de 2010

[19Organización Indígena de Antioquia, Denuncia Pública,
Medellín, 1° de febrero de 2010

[20Misión Humanitaria de Verificación de situación en Alto
de Guayabal, Informe Misión, 15 de febrero de 2010.

[21Comisión Colombiana de Juristas, Colombia: casos de
ejecuciones extrajudiciales atribuidas a la Fuerza Pública
1° de noviembre de 2008 a 31 de marzo de 2010. Bogotá,
mayo de 2010.

[22Fundación Lazos de Dignidad, Denuncia Pública,
Cúcuta, 24 de agosto de 2010.

[23Asonada en El Tarra por asesinato de un niño y heridas a
otros tres, Diario La Opinión, Cúcuta, 17 de agosto de 2010.

[24Miedo e indignación entre los habitantes de Tame tras
asesinato de tres niños, Caracol Radio.com, Bogotá, 9 de noviembre de 2010. http://www.caracol.com.co/blog.aspx?
id=1383040

[25Ejército se disculpa con la familia de los niños
asesinados en Arauca, Revista Semana.com, Bogotá, 5 de
noviembre de 2010. http://www.semana.com/noticiasnacion/
ejercitodisculpafamilianinosasesinadosarauca/
146854.aspx

[26Humanidad Vigente y Comité Permanente por la Defensa
de los Derechos Humanos de Arauca, Ejército presiona
familia de niños violados y asesinados en Arauca, Arauca,
14 de noviembre de 2010.
http://prensarural.org/spip/spip.php?article4862

[27Caso de Arauca nos causa dolor y vergüenza’
:Comandante del Ejército, El Tiempo.com, Bogotá, 6 de
noviembre de 2010.
http://www.eltiempo.com/justicia/ARTICULOWEBNEW_
NOTA_INTERIOR8298180.
html

[28Niñas y adolescentes de Arauca víctimas del conflicto
armado, Humanidad Vigente, Bogotá, 20 de octubre de
2010.

[29Defensoría del Pueblo, A propósito de la muerte violenta
de doce menores de edad y el secuestro de tres más en
Arauca durante 2010, Bogotá, 4 de noviembre de 2010.
http://www.defensoria.org.co/red/?
_item=0301&_secc=03&ts=2&n=1189

[30Fiscalía y FF.MM. investigan muerte de niño en fuego
cruzado, El Espectador.com, Bogotá, 8 de noviembre de
2010.
http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo233836fiscaliayffmminvestiganmuertedeninofuegocruzado

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