Mandato por la paz exige reformas estucturales: Clamor Social por la Paz

Mandato por la paz exige reformas estucturales: Clamor Social por la Paz

El nuevo plan de desarrollo debe ser el de la construcción de la paz con justicia social. Un modelo económico que tiene sumida en la pobreza a millones de colombianas y colombianos, no es un modelo para la paz; una doctrina militar que considera a la ciudadanía como enemiga, no es una doctrina para la paz; un gasto militar desmesurado, que utiliza recursos que deberían estar destinados a la educación, el empleo y la salud es un obstáculo para la paz; la represión contra la movilización social y sus justas demandas es la respuesta equivocada a un anhelo de paz; y los odiosos privilegios para una pequeña élite, sin garantías para la participación popular, son condiciones contrarias a la paz.

 

 

Bogotá D.C., 19 de junio de 2014

Sr.
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la República

Sr.
Rodrigo Londoño Echeverry
Estado Mayor
FARC-EP

Sr.
Nicolás Rodríguez Bautista
Comando Central
Ejército de Liberación Nacional

Y a la sociedad colombiana.

Señor Presidente, señores comandantes, pueblo de Colombia.

Sr. Presidente de la República, Usted ha sido reelecto porque se ha comprometido a concluir por la vía de la negociación el conflicto armado con las insurgencias y porque ha ofrecido una paz con justicia social con profundas reformas, que lleven a la ampliación de la democracia, la plena vigencia de los derechos humanos, y las garantías para que todas las voces del mundo social y político nos podamos expresar. Objetivos por los que nos hemos integrado en el Clamor Social por la Paz.

El mandato ciudadano por la paz que se expresó en las elecciones del 15 de junio, gracias al apoyo de muchas fuerzas sociales y políticas, de la sociedad civil organizada, demanda reformas estructurales que permitan superar las causas del conflicto armado y de otros múltiples factores de violencia. Este mandato debe ser el corazón y la fuerza de un nuevo contrato social por la transformación de Colombia, con una amplia y decisiva participación ciudadana para refrendar los acuerdos y para garantizar su cumplimiento.

Para lograrlo, el nuevo plan de desarrollo debe ser el de la construcción de la paz con justicia social. Un modelo económico que tiene sumida en la pobreza a millones de colombianas y colombianos, no es un modelo para la paz; una doctrina militar que considera a la ciudadanía como enemiga, no es una doctrina para la paz; un gasto militar desmesurado, que utiliza recursos que deberían estar destinados a la educación, el empleo y la salud es un obstáculo para la paz; la represión contra la movilización social y sus justas demandas es la respuesta equivocada a un anhelo de paz; y los odiosos privilegios para una pequeña élite, sin garantías para la participación popular, son condiciones contrarias a la paz.

Es preciso afianzar la política pública de paz dándole el carácter de Paz de Estado que congregue el mayor número de voluntades y aproxime a las fuerzas aún no concordantes con este propósito nacional. El Consejo Nacional de Paz que pronto se reunirá podrá contribuir eficazmente al consenso y la convergencia de fuerzas sociales, políticas e institucionales para volcar el país hacia la paz.

Para aumentar el consenso social en torno a la solución por la vía del diálogo, consideramos fundamental el cese bilateral del fuego y de las hostilidades, cuyos primeros pasos pueden ser acuerdos especiales sobre desminado, corredores humanitarios, respeto a las comunidades de paz y cese de todo tipo de acciones que afecten a la población civil.

En este sentido reclamamos al Gobierno, mayor coherencia entre la oferta de paz y la conducción de la guerra. Se requiere la conducción de las FFAA y de Policía por los senderos de la reconciliación y de la paz.

Queremos destacar los avances del proceso de diálogo entre las FARC y el Gobierno, especialmente el acuerdo sobre los derechos de las víctimas y el compromiso de las partes de que no habrá “intercambio de impunidades”. La convocatoria de las víctimas del conflicto a los foros preparatorios y a las mesas de negociación para que sus propuestas de justicia transicional y respeto de sus derechos se garanticen en el contenido y desarrollo de los acuerdos es un avance significativo que debe ser acompañado de celeridad en las negociaciones.

Destacamos el anuncio ELN-Gobierno nacional sobre el desarrollo de un diálogo exploratorio y sus coincidencias en el tema de víctimas y participación ciudadana. Demandamos a las partes rapidez en la instalación de la mesa de negociación. Clamor Social por la Paz continuará acompañando de manera decidida este proceso, así como el que se adelanta en La Habana, y agradece la respuesta del comandante Nicolás Rodríguez Bautista del ELN a nuestros pronunciamientos públicos.

Cuenten Sr. Presidente y señores comandantes con Clamor Social por la Paz para seguir respaldando los actuales escenarios de negociación, trabajando por un cierre definitivo del conflicto armado, contribuyendo a la pedagogía y empoderamiento ciudadano para respaldar este proceso, e impulsar las reformas y garantías que se necesitan para que el nuevo país sea el que soñamos y necesitamos.

Clamor Social por la Paz

¿Qué es el clamor social por la paz?

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