NO MÁS ALIMENTOS PARA LOS CARROS Y LAS TECNOLOGÍAS, NECESITAMOS COMIDA Y TIERRA PARA LA GENTE

Anuncios en la radio y panfletos en las calles informando la cancelación de la audiencia pública, y más retenes que de costumbre, no fueron suficientes para detener a las miles de personas que llegaron al Parque Central de Pradera a decirle NO los agrocombustibles y SI a una vida digna con soberanía alimentaria. ¡No más alimentos para los carros y las tecnologías, necesitamos comida y tierra para la gente!, enfatizó Giovanny Yule, líder indígena del norte del Cauca, mientras saludaba a la multitud y dejaba claro el mensaje del Movimiento Indígena: “No nos queda más que recurrir a la fuerza de la unidad y la conciencia para que todos liberemos nuestro territorio y entonces volvamos a los tiempos de otrora, cuando en el valle del Cauca estaban los campesinos, indígenas, los afros y los urbanos y estas tierras nos ofrecían lo que necesitábamos”.

 

 

“Es que no quieren que lleguemos a Pradera, pues con este son tres retenes donde nos hacen bajar y nos quieren impedir continuar nuestro camino y si no es porque cada vez que nos paran nosotros tapamos la vía, no habríamos podido llegar”, aseguraba uno de los guardias indígenas que se dirigía a la Audiencia Pública sobre Política de Agrocombustibles y la Situación de los trabajadores corteros de caña.

Cerca de 4.000 personas llegaron a la audiencia a pesar de todos los obstáculos que se empeñaron en poner los que no querían que este acto se celebrara y cómo dijo el Senador Robledo, seguramente los Senadores que cancelaron su participación a última hora tenían miedo. No llegaron porque no tenían los argumentos suficientes para contradecir las denuncias y acusaciones que llegaron a poner indígenas, afros y campesinos del Cauca y el Valle del Cauca, por las consecuencias que sufren sus comunidades con el monocultivo de la caña de azúcar.

Anuncios en la radio y panfletos en las calles informando la cancelación de la audiencia pública, y más retenes que de costumbre, no fueron suficientes para detener a las miles de personas que llegaron al Parque Central de Pradera a decirle NO los agrocombustibles y SI a una vida digna con soberanía alimentaria. ¡No más alimentos para los carros y las tecnologías, necesitamos comida y tierra para la gente!, enfatizó Giovanny Yule, líder indígena del norte del Cauca, mientras saludaba a la multitud y dejaba claro el mensaje del Movimiento Indígena: “No nos queda más que recurrir a la fuerza de la unidad y la conciencia para que todos liberemos nuestro territorio y entonces volvamos a los tiempos de otrora, cuando en el valle del Cauca estaban los campesinos, indígenas, los afros y los urbanos y estas tierras nos ofrecían lo que necesitábamos”.

“Aquí se debaten dos posiciones, una de quiénes defienden el enriquecimiento, la explotación laboral, la explotación ambiental, el deterioro de nuestra región para favorecer los intereses de unos gremios poderosos que tienen secuestrado nuestro departamento y nuestro futuro y otra de quiénes protegemos el medio ambiente y el habitad, de quiénes protegemos los derechos de los trabajadores y los que nos estamos dispuestos a permitir que nuestra tierra, nuestra soberanía, nuestro futuro se ponga en riesgo a partir del enriquecimiento de unos pocos”. Enfatizó el Senador Alexander López Maya, uno de los promotores de esta audiencia.

Salarios miserables, falta de una vivienda digna, hambre, miseria, falta de educación y salud, fueron varias de las necesidades que salieron a la luz pública por parte de los trabajadores corteros de caña de azúcar. Mujeres como Miryam Micolta Aragón, esposa de un cortero, dieron su testimonio sobre la situación de pobreza que viven: “es muy duro decirle a mis hijos que no pueden ir a estudiar porque en la casa no hay ni para una agua de panela”, sostuvo con voz fuerte y entre cortada esta mujer afro, mientras sus ojos se aguaban.

Además de denunciar y dar testimonios del sometimiento que viven las comunidades afro específicamente por el monocultivo de la caña de azúcar, donde pasaron de ser propietarios a ser esclavos de su propia tierra, se plantearon algunas propuestas para trabajar entre los pueblos, donde la organización, la conciencia y la unidad fueron los principales elementos que se consideraron, para resistir la agresión de los dueños del poder.

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