Territorio Awá es un cementerio colectivo del conflicto armado que vive Colombia

Territorio Awá es un cementerio colectivo del conflicto armado que vive Colombia

El día de ayer regresó la Minga Humanitaria convocada con el fin de rescatar los cuerpos sin vida de los indígenas asesinados en días pasados, luego que se evidenciara la falta de voluntad política y moral del gobierno para hacerlo, tal y como se afirma en el informe presentado por la comisión.

 

 

El día de ayer regresó la Minga Humanitaria convocada con el fin de rescatar los cuerpos sin vida de los indígenas asesinados en días pasados, luego que se evidenciara la falta de voluntad política y moral del gobierno para hacerlo, tal y como se afirma en el informe presentado por la comisión.

En este, la Misión concluye, entre otras cosas, que antes de ocurrir los hechos, el Ejercito Nacional si estuvo, en las viviendas de las víctimas instando a los comuneros participar en su lucha contra la insurgencia, lo que coloco en evidente peligro dichas comunidades, y dejó el territorio Awá de Tortugaña convertido en un cementerio colectivo de impunidad a causa del temor de sus mismos pobladores.

Así mismo resalta la crisis humanitaria por la cual atraviesa el pueblo indígena Awá, debido a la presencia de diferentes grupos armados legales e ilegales, desplazamientos masivos, cultivos de uso ilícito, fumigaciones indiscriminadas, erradicaciones, crisis alimentaria y de salud, proyectos y megaproyectos que impactan la zona., entre otras razones.

Informe completo

Antecedentes contexto

El VII Congreso de los pueblos indígenas de Colombia, como escenario de encuentro y decisión de los miembros de la Organización Nacional Indígena de Colombia – ONIC, en su reforma estructural y política mandató la consolidación del Consejo Nacional Indígena de Justicia, como órgano regulador y coordinador de estos temas. Allí se propuso que el desarrollo de su estructura estaría sujeta a aspectos propositivos de sus organizaciones filiales dependiendo los diversos casos que la justicia indígena tienda a tratar.

Es desde este punto de vista que la Asamblea Nacional de Autoridades
Indígenas de Colombia reunidos extraordinariamente en el Resguardo el Gran Sabalo Municipio de Barbacoas Departamento de Nariño los días 20 al 22 del presente año.

Que ante la fuerza de la necesidad por los hechos acaecidos los días 2 y 4 de febrero del presente año en el territorio Awá diera como fundamento la creación de una comisión de investigación, de justicia indígena, en el marco del desarrollo del Consejo Nacional Indígena de Justicia, cuyo fundamento es dinamizado, promovido y coordinada por la “Minga Humanitaria por la Vida”, propuesta por la ONIC, la UNIPA y demás organizaciones indígenas del país participantes en dicha Asamblea.

Es en este marco de acontecimientos, que la comisión creada por la
Asamblea Nacional de Autoridades desarrollada en la Minga Humanitaria
presenta bajo el fuero de la jurisdicción indígena como espectro de
justicia propia, conservando la competencia del gobierno indígena y
promoviendo la coordinación inter-jurisdiccional el presente informe que
parte de una interpretación colectiva sujeta en la observación
desarrollada en terreno y que tiene como fundamento dar fe de lo sucedido, conservando las debidas proporciones a cabalidad de una interpretación propia argumentada y sustentada en los presentes elementos:

1. Contexto.
2. Actores.
3. Hechos.

1. Contexto

Nariño, está ubicado al sur occidente del país, frontera con Ecuador, es
una de las áreas más afectadas por el conflicto armado en Colombia.
Conformado por 64 municipios, tiene una extensión de 30.265 Km2, está habitado por 1.541.956 personas y se destaca por su carácter pluriétnico y multicultural, con 67 resguardos indígenas, que representan el 10.6% de la población. De esta población, 770.048 son mujeres, que representan e 49.9%, y 771.908 hombres, es decir el 50.1%.

Este Departamento fue una región en calma hasta hace aproximadamente 10 años. Sin embargo, dada su posición geoestratégica de frontera terrestre y marítima, la situación cambió significativamente, convirtiéndolo en escenario de violencia y de disputa entre los grupos armados ilegales (GAI) y de presencia de cultivos de uso ilícito.

En cuanto a minas antipersonal, y munición sin explotar, MAP/ MUSE, entre 1990 y Febrero de 2008 se registran 414 eventos, que dejan 271 víctimas, de ellas 169 en los dos últimos años, 5 de estas víctimas pertenecen al pueblo Awá y en el solo periodo del año 2008.

La población en situación de mayor nivel de vulnerabilidad es la de los
pueblos indígenas junto con la situación de desplazamiento y víctimas de la violencia.

Dentro de este contexto cabe resaltar la crisis humanitaria por la cual
atraviesa el pueblo Awá debido a diferentes factores que atraviesa la
región como, confrontaciones entre grupos armados legales e ilegales,
desplazamientos masivos, cultivos de uso ilícito, fumigaciones
indiscriminadas, erradicaciones, crisis alimentaria y de salud, proyectos
y megaproyectos que impactan la zona y asistiendo al asesinato en días
recientes de varios indígenas Awá por parte de las FARC y de otros grupos armados, dando como resultado un desplazamiento masivo de varias comunidades, es una muestra del recrudecimiento del conflicto en esta zona en particular del país.

Debido al impacto del conflicto armado sobre el pueblo Awá, el 7 de agosto del 2007 se realizó una audiencia defensorial en Bogotá donde se expuso la situación que atravesaba dicho pueblo. Con base en este informe y hasta un año después, la Defensoría del Pueblo publica el informe defensorial donde insta al Gobierno Nacional a cumplir con una serie de recomendaciones sobre el cumplimiento de los derechos humanos del pueblo Awá.

En vista que esta Resolución Defensorial no se cumplió, la Corte
Constitucional emitió el 26 de enero el Auto 004 que obliga al Gobierno
Nacional a construir un Plan de Salvaguarda para proteger los pueblos en situación de amenaza y de extinción, entre ellos, el pueblo Awá.

2. Actores

La Comisión de Investigación, define como actores protagonistas en los
presentes hechos, en primera instancia a las FARC, al ser éstos los
autores intelectuales y materiales del genocidio (etnocidio) del Pueblo
Awá. También por hacer de este territorio su zona de refugio irrespetando el Derecho Internacional humanitario (DIH) no solo por la presencia en las viviendas sino también al tratar de reclutar e incluir a las comunidades en una guerra absurda que se encuentra por fuera del imaginario individual y colectivo de este pueblo.

De igual forma, se condena a las FARC por las bombas y minas
antipersonales puestas en la mayoría de los sitios de movilidad y de
cultivo de las familias. También se condena la sevicia y las prácticas de
tortura con la que vienen cometiendo las distintas masacres contra este
pueblo

En segunda instancia, se condena al Estado Colombiano que actúa en el
presente conflicto en dos dimensiones, en primer lugar, participa por
acción, al tratar de involucrar a las comunidades del Resguardo Tortugañaa y Telembí, en el programa de recompensas sujeta a la Política de Seguridad Democrática. Este tipo de campaña en un contexto de permanente confrontación armada pone en tela de muerte a las personas que habitan este territorio.

La comisión define este acto como una violación al Derecho Internacional
Humanitario. De igual forma, la participación por acción del Estado se da
por la constante militarización del territorio, incluyendo la presencia de
estos, en las viviendas, al igual que su permanente monitoreo militar en
los sitios sagrados, los ríos, los caminos y la usurpación de los escasos
animales y alimentos que quedan.

En tercer lugar, encontramos una responsabilidad del Estado que se da por omisión, y es la referida a su responsabilidad filosófica y real, pues es éste el encargado de proteger, y promover los Derechos Humanos, situación que se vuelve no solo en un imperante de contexto de conflicto sino en la necesidad de promover programas de intervención social para las comunidades que ante el permanente minado del territorio por parte de la Guerrilla, obliga a las comunidades a una permanente estado de confinamiento.

3. HECHOS:

La comisión de investigación el día 25 de marzo, en el cerro el Punde en
el marco del desarrollo de búsqueda de la minga humanitaria logró
encontrar, 3 cadáveres correspondiente a la identidad de las presentes
personas: Orlando Taicús, con una edad aproximada 55 años, quien
correspondiera ser el padre.

James Taicús, 22 años de edad. Hugo Taicús, 18 años edad. En el mismo
escenario, una menor de la familia perdió una de las piernas al ser
amputada por causas de un impacto de tiro de tiro de fúsil. Como resultado de esta masacre quedan 3 viudas y 4 niños huérfanos, que fueron desplazados del territorio.

En desarrollo del recorrido se logró llegar a la quebrada el Ojal,
perteneciente a la comunidad el Bravo, encontrando allí, a las 12: 45 PM,
el cuerpo sin vida de Omaira Arias Nastacuás, quien fuera brutalmente
asesinada contando al momento de los hechos con 3 mese de embarazos. Según los testimonios, este cuerpo padecía muestras de torturas practicadas por arma blanca.

En el mismo recorrido con una distancia aproximada de 1 kilometro en la
quebrada el Ojal, se logró ubicar el cuerpo sin vida de otro indígena que
ante el estado de descomposición, no se pudo identificar, este cuerpo es
parte de la misma masacre ocurrida el 4 de febrero.

En la misma avanzada en predios de la desembocadura de la quebrada el Ojal al río Bravo se logró encontrar los cuerpos de Blanca Patricia Guanga Nastacuas con aproximadamente 18 años de edad, quien en el momento de los hechos contara con 7 meses de embarazo. Se evidenció que su vientre fue abierto con arma blanca, extrayéndole el bebe. No logrando encontrar el cuerpo del bebe.

Al lado se encontró el cadáver de Robinson Cuasalusan, quien padeciera las mismas formas de torturas. Dedos amputados y degollado su cuello.

La comisión concluye que hay otras 3 personas asesinadas pero no se
encontraron sus cuerpos ya que fueron arrojados al río el Bravo.

En otro punto del Cerro el Volteadero se encontró el cadáver de Oscar
Nastacuas, quien fuera asesinado el día 3 de febrero, por las FARC.

La comisión obtuvo información que en la misma masacre también fueron
asesinados otras 3 personas de cuyos cuerpos no se tiene información de su paradero pero se infiere que fueron arrojados a la quebrada el Ojal que desemboca al río Bravo. Posiblemente sus identidades de lkades correspondan a James Cusalusán, Delio Arias y Estorgio Cusalusán.

La comisión denuncia la orden que dio la FARC a los pobladores de no tocar ni dar información sobre los cuerpos ni sobre lo sucedido so pena de muerte.

Para esta comisión es de claro conocimiento que los argumentos que las
FARC, presenten como actos justificatorios, es una farsa, pues las
comunidades indígenas de Tortugaña, no son colaboradores ni sapos del Ejercito, por el contrario son comunidades que se encuentra aterrorizadas por los constantes combates que se han venido desarrollando en esa parte del territorio indígena Awá.

Por último esta comisión concluye, que antes de ocurrir los hechos el
Ejercito Nacional si estuvo, en las viviendas de las víctimas instando a
los comuneros participar en su lucha contra la insurgencia.

Expuestas las anteriores consideraciones, queda claro que por un lado el territorio Awá de Tortugaña es un cementerio colectivo y que es la Minga Humanitaria la que logra destapar ese escenario de impunidad que se venía gestando en este territorio por causa del temor de sus pobladores.

Y por el otro, la minga humanitaria y la comisión logró hacer lo que
algunos organos del Estado no pudo hacer. Esta misión humanitaria pone en evidencia que muchos de los argumentos oficiales del Gobierno son falsos y lo que faltó una real voluntad política y moral para rescatar los cuerpos e intervenir socialmente en la problemática del Pueblo Awá.

MINGA HUMANITARIA POR LA VIDA, LA DIGNIDAD Y LA VERDAD…. LOS AWÁ SOMOS TOD@S.

Contacto:
Luis Evelis Andrade
315-8572995,
Consejero Mayor ONIC,
Casama. comunica ONIC
314-3597016 / 2811845

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