Trabajadores de la Universidad Nacional, en asamblea por incumplimientos de la administración

Los trabajadores tuvimos la oportunidad de manifestarle al profesor Hernández que reiniciábamos nuestra Asamblea Permanente debido a los incumplimientos de la administración, en particular, en lo referente a las gestiones necesarias ante el gobierno nacional para la consecución de recursos tendientes a la mejora salarial del 30%, las no represalias contra los trabajadores que participamos del movimiento y la devolución de los cargos suprimidos de la carrera administrativa por efectos de la aplicación del articulo 4º del Acuerdo 11 de 2004.

A las 6:00 a.m. del martes 27 de agosto, la comunidad universitaria se enteró de la decisión unilateral del Vicerrector de Sede de suspender las actividades académico-administrativas en el campus como medida preventiva por la Asamblea Permanente que adelantábamos los trabajadores. Ante esta medida, los trabajadores garantizamos la entrada de toda la comunidad universitaria, pues consideramos que detrás de la decisión de la Vicerrectoría estaba la pretensión de conseguir un campus sin la presencia de estudiantes y profesores para, una vez desocupado, darle solución militar al justo Movimiento de Trabajadores, pues a esa hora ya hacía presencia un escuadrón del cuerpo del ESMAD a escasos metros de la portería de la Calle 26 quienes, en actitud amenazante y provocadora, permanecieron hasta el final del día.

No contentos con la acción del cierre arbitrario del campus, el Vicerrector Hernández se dedicó a desinformar a la opinión pública a través de los medios masivos de comunicación realizando acusaciones temerarias en el sentido de criminalizar el movimiento de trabajadores, tildándonos de secuestradores encapuchados con la supuesta pretensión de desestabilizar la Institución. Ante semejantes acusaciones, los trabajadores nos vimos en la necesidad de desmentirlo de manera vehemente ante los mismos medios de comunicación, responsabilizando a la Dirección de la Universidad por cualquier riesgo que atentara contra la integridad física de los trabajadores que ejercemos nuestro justo derecho a la protesta.

El día 27 de agosto de 2013, en un nuevo acto de provocación, el vicerrector de sede junto con su Consejo de Decanos hizo presencia nuevamente en la Asamblea General de Trabajadores que se realizaba en la carpa en horas de la mañana. La pretensión de esa nueva visita no era otra que cumplir el mandato emanado de la reunión de profesores convocada por él mismo y efectuada horas antes, en el sentido de instigar nuevamente a los trabajadores para que desistieran de su justo movimiento a través de una amenaza directa para que los trabajadores desalojáramos el campus universitario. Esta amenaza fue contrarrestada públicamente con argumentos y rechiflas por todos los asistentes a la Asamblea General de Trabajadores que en ese momento se encontraban reunidos junto con un importante número de estudiantes y profesores. La actitud del vicerrector ante su falta de argumentos no pudo ser otra que abandonar el espacio junto con su séquito de decanos.

Ese mismo día, los vicerrectores general y de sede emitieron un nuevo comunicado en el que afirmaban que “no había sido posible el diálogo” con los trabajadores, por lo que la medida arbitraria de cierre del campus se mantendría durante el día. Nuevamente los trabajadores nos vimos en la necesidad de garantizar el acceso de la comunidad universitaria en general al campus, a fin de continuar con las discusiones al interior del mismo, respecto del justo movimiento de trabajadores y de la crisis estructural por la que atraviesa la Universidad Nacional de Colombia iniciadas el día anterior por la comunidad universitaria en diferentes escenarios del campus.

Cabe anotar que debido a la arbitraria decisión de la dirección universitaria, fueron las mismas directivas quienes prohibieron el acceso al colegio IPARM, al Jardín Infantil y a algunos edificios del campus que fueron controlados por la seguridad privada; esto quiere decir que los trabajadores no somos los responsables del cese de actividades de estos espacios.

En la noche del 28 de agosto de 2013, el grupo de compañeros designado por la asamblea de trabajadores para quedarse pernoctando en nuestras carpas en desarrollo de tareas de la asamblea permanente que se lleva acabo como forma legítima de exigir el justo incremento salarial que se viene solicitando desde hace un año, encontró al interior del campus a altas horas de la noche a cuatro personas ajenas a la Institución dentro de las edificaciones con la supuesta orden de romper chapas y otros bienes.

Dicho personal ingresó a los edificios escoltados y con la colaboración de la vigilancia privada, y ante la posibilidad de la pérdida o sustracción de bienes de la Universidad fueron expulsados del campus por la entrada de la calle 26.

Teniendo en cuenta que las últimas actuaciones del vicerrector de la sede Bogotá, Diego Hernández, han tenido el firme propósito de desacreditar, estigmatizar y criminalizar nuestro justo movimiento, poniendo en riesgo el buen nombre, la integridad jurídica y física de los trabajadores y estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, esperamos que lo sucedido esta noche no corresponda a la concreción de un nuevo falso positivo del vicerrector Hernández para tratar de judicializar a los participantes de la asamblea permanente, tal cual intentó hacer en días pasados.

El Comité Pro-Mejora Salarial ratifica que sigue a la espera de que la Universidad cumpla con su parte de lo acordado, en el sentido de gestionar todo lo necesario ante el gobierno nacional para que se inicien las discusiones respecto de la petición de mejora salarial solicitada ya hace un año y que, como siempre, considera urgente que se establezca un escenario de diálogo con el rector de la Institución.

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