Tribunal de Cúcuta ratifica condena contra militares, por el asesinato del sindicalista Gerardo Liévano.

Tribunal de Cúcuta ratifica condena contra militares, por el asesinato del sindicalista Gerardo Liévano.

A 25 años de prisión condenó el Tribunal Superior de Cúcuta, en segunda instancia al mayor ® del Ejército, Cesar Alonso Maldonado, por el asesinato del sindicalista Gerardo Liévano García, en hechos ocurridos en la ciudad de Cúcuta el 2 de noviembre de 1993

 

 

Maldonado, quien fuera recapturado el 15 de julio de 2008, luego de haberse fugado en el 2004 del batallón de Policía Militar No 13, donde se encontraba detenido, purga adicionalmente 27 años y nueve meses de prisión, por el atentado contra el congresista Wilson Borja en el año 2000, en el cual murió, producto del cruce de disparos de los sicarios, la vendedora de tintos, María del Pilar Bolaños.

Adicionalmente fueron condenados, el teniente Coronel William Roberto del Valle, el sub oficial Edilfonso Oliverio Goyes Buitrón, los soldados profesionales Efraín Niño Plazas, Jairo Granja Hurtado, José Misael Valero Santana, quienes en la actualidad se encuentran detenidos y los también soldados, José Gregorio Hernández y Jesús Hernando Laguado Suárez quienes tienen orden de captura vigente.

Liévano García fue detenido junto con otras 5 personas, entre ellas, Ramón Alirio Pérez Vargas y Nelson Emilio Ortega, por miembros del comando Anti extorsión y Secuestro – Ciaes – del grupo de Caballería Mecanizado No 5 General Hermógenes Maza, al mando del en ese entonces, Teniente Cesar Alonso Maldonado Vidales.

La detención se produjo en momentos en que se realizaba un operativo por el secuestro de un ciudadano venezolano, en el restaurante “Rincón Paisa”, frente al Hotel Chucarima de la ciudad de Cúcuta. Posteriormente fueron obligados a subir a dos camionetas, donde, según los testimonios de Ramón Alirio Pérez y Nelson Emilio Ortega, fueron torturados durante el trayecto que los condujo al sitio conocido como Canoitas, ubicado cerca al acueducto de la ciudad, en el corregimiento de San Pedro de Cúcuta.

En este lugar, fueron golpeados, les simularon dispararles con armas descargadas, les introdujeron objetos en la boca causándoles ahogo, les dieron puntapiés y los amarraron con cables. Fue allí precisamente donde producto de los golpes que le propinaron, tal y como constó en la necropsia, murió Gerardo Liévano incinerado, luego que perdiera el sentido.

Su cuerpo fue encontrado el 5 de noviembre del mismo año, en la vía de Termotasajero, por la carretera que conduce a la Inspección de Policía Departamental Urimaco, del municipio de San Cayetano, a 2 kilómetros de la Vía Central Zulia, en el sitio Arenales.

Según el Tribunal, es claro que los acusados realizaron en conjunto, conductas dirigidas a una misma finalidad, “que en un principio fue la de torturar a quien para ellos, en esos momentos era un delincuente y que no solo tenían como fin infligir un dolor”

Para el Colectivo de Abogados “José Alvear Restrepo” esta condena representa un paso más en la lucha contra la impunidad, en la que militares del talante de Maldonado, son condenados por sus execrables actos contra quienes para ellos, dada su ideología, les resultaban incómodos.

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