Marco Tulio Pérex alias “el oso”ex comandante paramilitar del frente Golfo de Morrosquillo, Bloque Héroes de los Montes de María de las A.C.C.U., en la zona del municipio de San Onofre, se le acusa de secuestro, violencia sexual y otros delitos perpetrados contra 9 mujeres afrodescendientes.
La Corporación Sisma Mujer se une a la iniciativa de La Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP), llamando a la opinión pública, a los medios de comunicación y a la comunidad internacional a darle seguimiento y exigir que el día de hoy, martes 26 de agosto, el ex comandante paramilitar Marco Tulio Pérez alias“el oso” , sea excluido del proceso de Justicia y Paz por faltar a la verdad en su relato repetidamente, tal y como el Tribunal de Justicia y Paz de Barranquilla ha podido constatar hasta el momento debido a la actitud del acusado a lo largo del proceso adelantado.
Marco Tulio Pérex alias “el oso”ex comandante paramilitar del frente Golfo de Morrosquillo, Bloque Héroes de los Montes de María de las A.C.C.U., en la zona del municipio de San Onofre, se le acusa de secuestro, violencia sexual y otros delitos perpetrados contra 9 mujeres afrodescendientes.
Los hechos perpetrados contra las 9 mujeres ocurrieron entre los años 2002 y 2003, época en que Marco Tulio Pérez comandó en el corregimiento de Libertad. La mayoría de las mujeres fueron obligadas a ir con el comandante paramilitar a alguno de sus campamentos; generalmente, a manera de castigo por haber participado en peleas con sus vecinas o con sus propios esposos; eran retenidas durante varios días. Con las más jóvenes, que aún no tenían compañero o esposo, iniciaba una especie de “cortejo” donde al ver que ellas no accedían voluntariamente a sus pretensiones, las violaba en repetidas ocasiones durante la retención. A las mujeres adultas que ya tenían esposo o compañero e hijos, además de violarlas, les imponía trabajos domésticos forzosos. Luego las regresaba al corregimiento y les ordenaba permanecer “disponibles” para cuando las mandara a llamar.
En enero de 2011, se realizó la audiencia de versión libre en la que se indagó a Marco Tulio Pérez por estos hechos. El ex comandante paramilitar negó haberlos cometido. Sin embargo, durante este año, la Fiscalía recaudó material probatorio que permitía atribuir estos hechos a Marco Tulio Pérez, como autor de los mismos.
En mayo de 2012, Marco Tulio Pérez aceptó cargos de secuestro. Debió realizarse una audiencia más ante Justicia y Paz que tenía como propósito verificar la legalidad de dicha aceptación, sin embargo, en dicha audiencia Marco Tulio Pérez decidió cambiar su versión de los hechos, afirmando que durante las retenciones sí sostuvo relaciones con varias de estas mujeres, sosteniendo que esto fue así porque las mujeres “lo dispusieron”.
Ante estas afirmaciones, el fiscal pidió suspensión de la audiencia con el propósito de analizar si estas nuevas afirmaciones del ex paramilitar daban lugar a su exclusión del proceso de Justicia y Paz por faltar a la verdad.
Con base en este argumento, en audiencia celebrada el pasado 15 de agosto, la Fiscalía solicitó la exclusión del postulado. El asuntó continuará siendo tratado en audiencia el día de hoy, 26 de agosto.
Sisma Mujer quiere resaltar el valor de IMP y de la Fiscalía por continuar en los esfuerzos para lograr justicia y persistir en la búsqueda de verdad y reparación para las víctimas de violencia sexual.
Por eso, la Corporación Sisma Mujer:
– Rechaza las violencias ejercidas en contra de estas 9 mujeres, 6 de ellas menores de edad. Su retención forzada, la agresión y el acceso carnal al que fueron forzadas.
– Se une al RELAC y al IMP para exigir el cese de acciones que han dilatado el proceso de exclusión como postulado dentro del proceso de Justicia y Paz, desde el mes de octubre de 2013, dada su falta de compromiso para con la verdad, justicia y reparación integral de las víctimas y para lograr una adecuada sanción de los delitos cometidos.
– Recuerda la Resolución 1820 de 2008 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por el que la violencia sexual, cuando se utiliza deliberadamente contra civiles “puede agudizar significativamente las situaciones de conflicto armado y constituir en algunos casos un impedimento para el restablecimiento de la paz”, por lo que la justicia es estos casos es además fundamental para el logro de la paz.