En horas de la tarde cuando los manifestantes se retiraban hacia sus casas, las Fuerzas de Reacción Inmediata que se encubrían al interior de la alcaldía municipal salieron con la firme decisión de reprimir a los manifestantes. Decenas de jóvenes, hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad fueron golpeados y otros muchos detenidos con la amenaza de ser judicializados. Estos hechos demuestran una vez más que la policía nacional es un elemento de represión.
Es de resaltar que la Fuerza de Reacción Inmediata de Facatativá fue entrenada y dirigida hasta el pasado jueves por el Mayor de la Policía José Martín Méndez González, quien se desempeñaba como su Comandante, ya que fue detenido por ordenes de un Juez Penal de Bogotá que lo señala como presunto coautor de la masacre de tres campesinos, cuyos cuerpos fueron hallados sepultados en una finca de la vereda Los Manzanos de Facatativá.
Si el mayor Méndez fue detenido tres días antes de la brutal reacción de la policía en Facatativá, era apenas obvio el comportamiento de sus agentes, ya que su orientación fue realizada y dirigida por un hombre acusado de magnicidio.
Esperamos que esta acción y el comportamiento de la fuerza pública sea repudiada y denunciada por todas las organizaciones sociales, políticas, defensoras de derechos humanos y personas que defiendan la dignidad y la vida en el mundo entero, mas aun cuando el gobierno colombiano está a la espera de la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC) por parte del Congreso Estados Unidos, quien no lo ha hecho debido a las constantes violaciones a los derechos humanos realizadas por el estado colombiano.
