“La semana pasada le dije al General Castro Castro que en esa zona no
podíamos seguir con capturas masivas de 40 o de 50 todos los domingos, sino
de 200, para acelerar el encarcelamiento de los terroristas y golpear estas
organizaciones. Esas capturas han sido masivas, pero no arbitrarias. Se han
ajustado plenamente al ordenamiento jurídico. Se han hecho sobre el examen
cuidadoso de un acervo probatorio”. (Palabras Del Presidente Uribe Al
Instalar Congreso Anual Cafetero 10 diciembre de 2003)”
Llegó la hora de la sentencia absolutoria para las víctimas de la captura
masiva desarrollada por la Brigada XVIII del Ejército con sede en Arauca en
conjunto con la Unidad de Terrorismo de la Fiscalía General de la Nación.
A nuestros oídos llegan las voces que nos dicen, que 32 personas que fueron
capturadas desde el 12 y el 14 de noviembre de 2002, en el municipio de
Saravena (Arauca), acusados de ser miembros del ELN, han recuperado por lo
menos, su libertad. Para entender la lógica de esta decisión y lo que
significa en relación a las siempre presentes capturas masivas, debemos
profundizar en aspectos, que se encuentran abajo, mucho más debajo de lo que
pareciera ser una noticia judicial normal.
Deberíamos empezar por reconocer quienes son estas 32 personas: enfermeros
y empleados del Hospital Sarare y San Ricardo Pampuri de Saravena,
sindicalistas, un ama de casa, tres agricultores, obreros, conductores, un
agente de tránsito, un celador, un recolector de basura, un maestro de
construcción, el Presidente de la Junta de Acción Comunal de un barrio de
Arauquita, el Tesorero de la Empresa de Acueducto de Saravena, empleados de
una empresa de televisión, un estudiante de Comunicación social, dirigente
de la Asociación Juvenil Estudiantil Regional de Arauca, un vendedor de
comidas rápidas, un Concejal de Saravena, dos profesores y un fontanero.
Es urgente conocer que estas personas fueron capturadas en virtud de un
informe de inteligencia presentado por el Teniente Coronel NOEL PASTOR LÓPEZ
BETANCOUR, de la XVIII Brigada del Ejército, capturas ordenadas por un
Fiscal Especializado de la Estructura de Apoyo de Arauca que funciona, qué
casualidad, en las mismas instalaciones de la Brigada XVIII del Ejército.
Capturas y detenciones soportadas en las declaraciones de supuestos
desertores de la insurgencia que hacían cargos contrarios incluso a la
lógica contra estos ciudadanos, procediendo a colocarles exóticos alias, por
ejemplo la enfermera era Alias La Enfermera, el Profesor era alias “El
Profe“ y Miguel era Alias “Miguelito”, y así sucesivamente.
Quizá sea necesario saber que la sentencia absolutoria se fundó en
consideraciones como que resultaba completamente extraño que en la medida en
que avanzaba la investigación, los testimonios de cargo iban incluyendo más
personas que no habían señalado desde el primer momento.
Que incluso, después de una amnesia colectiva de los acusadores sobre
determinadas personas, milagrosamente las recordaban en
posteriores “declaraciones”, todos, al mismo tiempo.
E incluso, un hecho más grave, que ahora los militares acusadores se
disfrazan de reinsertados de la insurgencia, así se dice en la sentencia
absolutoria:
“…en la etapa de juicio se acreditó, mediante la aportación por parte de uno
de los defensores de copia de la respectiva pieza procesal, que el 21 de
junio del mismo año 2002 -es decir en fecha anterior (a la declaración
inicial), la misma CARMEN DAMARIS CERMEÑO BECERRA rindió declaración, y allí
atestó ser Cabo Tercero del Ejército Nacional, institución a la cual ingresó
en 1999. Lo curioso del asunto es que, según esa versión, se vinculó al
Ejército Nacional en época en que estaba conviviendo con “Chiquitin”, pues,
de acuerdo con lo dicho por ella dentro del presente proceso, con él hizo
vida marital hasta el año 2000. Extraña situación, pues esto significaría
que, a semejanza de una conocida película norteamericana, el aludido jefe de
milicias estaba ni más ni menos que “durmiendo con el enemigo”.
Esta historia no ha culminado, son múltiples los procesos que se adelantan
actualmente donde se pretende un trueque infame: se transforman ciudadanos,
campesinos y activistas sociales en insurgentes; mientras que los militares
prodigiosamente son transmutados en guerrilleros desertores que acusan a los
primeros.
Lamentablemente … Continuará…
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