El General en retiro Rito Alejo del Río obtuvo su libertad el día de ayer luego de haberse acogido a la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP. Actualmente, del Río es investigado por el homicidio del periodista y defensor de derechos humanos Jaime Garzón Forero, el 13 de agosto de 1999. También se encuentra vinculado a las investigaciones por su presunta participación en la masacre de Mapiripán, en julio de 1997, y y del líder político conservador Álvaro Gómez Hurtado, el 2 de noviembre de 1995, y está condenado por el homicidio del Marino López, un campesino de la región de Cacarica ubicada en el Chocó, el 27 febrero de 1997. Adicionalmente, enfrenta varias
Para nosotros como familia de Jaime Garzón, cuando ayer se hace pública la noticia de que se ha hecho efectiva la libertad del General Rito Alejo del Río, reviven varias preocupaciones acerca de si, durante la fase de implementación, se ha garantizado de forma completa lo establecido en el Acuerdo de paz sobre justicia.
Nuestra primera preocupación se debe a la manera en que la fase inicial del proceso de implementación dedicó los mayores esfuerzos a consagrar beneficios previos para los militares que, como Rito Alejo del Río, se sometieran a la JEP. Como parte de lo anterior, se pactó a favor de estos la libertad condicionada que el día de ayer permitió su liberación sin antes verificar el cumplimiento de los compromisos que conlleva el sometimiento a esta jurisdicción especial. Compromisos que, vale la pena recordar, son de vital importancia para las víctimas porque implica que quienes participaron en hechos de violencia deben, entre otros aspectos, decir la verdad y aceptar su responsabilidad.
La segunda preocupación guarda relación con la aplicación de la ley 1820 de 2016, la cual no prevé nuestra participación como víctimas en el procedimiento para la obtención de las libertades transitorias, y solo nos enteramos de las decisiones a través de los medios de comunicación. Al respecto, es pertinente recordar que el principio de centralidad de las víctimas consagrado en el Punto cinco del Acuerdo Final debe irradiar las actuaciones y postulados de la Jurisdicción Especial para la Paz.
Una tercera preocupación consiste en que hoy que se otorgó la libertad a Rito Alejo del Río, quien viene siendo investigado por el homicidio de Jaime Garzón, aun no existen reglas claras sobre el funcionamiento de la JEP. El tramite de la Ley estatutaria que delineará los procedimientos, los mecanismos para la participación de las víctimas, y sobre todo, la forma en que deben cumplirse las exigencias del sometimiento a la misma, se encuentra obstaculizado por partidos políticos que quieren obtener ventajas electorales poniendo en riesgo nuestros derechos como víctimas.
En este clima de incertidumbre, esperamos que personas como Rito Alejo del Río que se han sometido a la JEP y han obtenido la libertad, realmente asuman con altura el deber de aportar a la verdad plena, se arrepientan por el daño causado y se comprometan a reparar el dolor y no repetir estas conductas. También esperamos que Congreso de la República actúe conforme al deber moral y ético de garantizar los derechos de las víctimas y despeje las dudas que tenemos frente a la aplicación de la justicia especial.
Finalmente, consideramos importante recordar que la libertad de Rito Alejo del Río esta sujeta al cumplimiento de las condiciones impuestas por Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. Esos compromisos entrañan la obligación de decir la verdad sobre los hechos en los que participó y las garantías de no repetición de conductas similares.