COVID19 y Política social: Superar la desigualdad social para sobrevivir

COVID19 y Política social: Superar la desigualdad social para sobrevivir

La pandemia del COVID-19 ha dejado al descubierto la pandemia de la desigualdad. Las medidas de aislamiento preventivo y distanciamiento social nos hablan de los abismos económicos que nos hacen preguntarnos ¿A dónde irán a aislarse los habitantes de calle?…

Escúchela en Mp3 – Producción conjunta con Banca del Parque Radio

… ¿Cómo se sostendrán económicamente por dos semanas quienes consiguen su sustento a diario? ¿Qué pasa con las pequeñas y medianas empresas que derivan sus ingresos de las ventas diarias o semanales?

Algunos gobiernos han entendido esta emergencia sanitaria también como una emergencia económica y social, que no se puede superar sin medidas de choque. Francia, por ejemplo, anunció un fondo de solidaridad para ayudar a los pequeños y medianos empresarios y el aplazamiento de los cargos sociales y fiscales, además de un respaldo del Estado de 300.000 millones de euros para los préstamos bancarios contraídos.”Ninguna empresa será abandonada al riesgo de quiebra”, dijo el presidente francés Emmanuel Macron.

Italia, por su parte, también decretó suspender el pago de impuestos e hipotecas para aliviar la presión sobre las pequeñas empresas y los hogares, mientras que Estados Unidos destinó 100 mil millones de dólares para pruebas médicas y licencias remuneradas, aunque el congreso de ese país estimó que las ayudas debían haber sido de 1,3 billones de dólares para suplir las necesidades reales de la población.

En Colombia, los primeros anuncios del gobierno Duque fueron el apoyo a las empresas de turismo con líneas de crédito para contrarrestar los impactos del virus en este sector. Posteriormente, el Banco de la República puso a disposición de las entidades financieras 17,1 billones de pesos (4,4 millones de dólares) Es decir, optó por darle el dinero a los bancos para que cubran sus obligaciones o presten con intereses, en lugar de dárselo a las personas a través de salud o cualquier otro gasto esencial en estos momentos. Propuestas desconcertantes en medio de las reflexiones que llaman a volver al gasto social.

Días después, ya con la pandemia extendida por falta de medidas eficaces y oportunas, Duque anunció una inversión de 14,8 billones de pesos (3.600 millones de dólares) para el sistema de salud y para los beneficiarios de los programas Familias en Acción, Jóvenes en Acción y Adulto Mayor. La Alcaldía mayor de Bogotá, por su parte, ha anunciado la entrega de bonos canjeables por bienes y servicios y subsidios en especie.

Todas estas medidas resultan insuficientes para enfrentar una cuarentena ante la enorme deuda social que hoy cobra la salud y la vida de los más pobres. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, el empleo informal es de 48,2% casi la mitad de la población en edad de trabajar, y la pobreza multidimensional del 19,6% del total de la población, es decir que la padecen alrededor de 9,5 millones de personas, según datos oficiales. La pobreza multidimensional es aquella asociada no sólo a la falta de ingresos sino a la falta de acceso a la salud, la educación, la alimentación y la vivienda dignas.

En el sentido contrario, las medidas más graves ante la pandemia ha sido la expedición de la resolución 0803 que abre la puerta a despidos colectivos por suspensión total o parcial de actividades en los próximos días, o la propuestas de refinanciación que sólo postergan y agravan la situación de quienes tienen deudas con el sistema financiero.

Ante esta realidad, personas y organizaciones, partidos de izquierda y progresistas, líderes políticos y sociales han insistido en exigir que el Estado garantice las condiciones económicas para la cuarentena, y que trace verdaderas y duraderas políticas sociales que impidan que desde un simple aguacero hasta un desastre natural o una nueva enfermedad se conviertan, una y otra vez, en catástrofes.

El periódico desde abajo, medio de comunicación alternativa, las sintetizó en un pliego reivindicativo de urgencia con propuestas que incluyen: servicios públicos gratuitos para los próximos seis meses, mercado mensual para estratos 1, 2 y 3, congelamiento de las deudas en el campo y la ciudad, anulación de las medidas de desahucio o remates de viviendas, políticas de atención en salud domiciliaria, red de mercadeo pública para evitar acaparamiento y especulación, ampliación de comedores comunitarios, proyecto educativo público con inclusión digital, internet gratuito y rescate de la televisión pública.

Medidas apenas justas, para superar la brecha social que amenaza la supervivencia de las mayorías, con o sin coronavirus.

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