Ecuador demanadará a Colombia en La Haya

El Gobierno confirmó la serie de estudios previos que se presentó sobre el peligro del uso del glifosato para la salud, los cultivos y el ambiente.

Ayer, la comisión científica creada por el gobierno de Rafael Correa entregó el informe llamado “El sistema de aspersiones aéreas del Plan Colombia y sus impactos sobre el ecosistema y la salud en el frontera ecuatoriana”.

La comisión, integrada por siete académicos nacionales, enfocó el estudio, que empezó en abril pasado, hacia las consecuencias que ha provocado el uso indiscriminado de químicos como el glifostao, Poea, Cosmoflux, etc., por parte delGobierno colombiano.

“La investigación no se centra solo en el glifosato, sino es una interpretación integral del problema que ha provocado emigración, destrucción de fuentes de alimentación, de especies animales y la supresión de todo sustento económico”, señala el reporte.

Antes de esta investigación, Ecuador ha realizado varios estudios sobre el impacto del glifosato en la zona fronteriza. En ellos se han recogido las versiones de médicos, agrónomos, químicos, quienes han ratificado los riesgos que conlleva el uso del glifosato para la salud humana.

El 20 de marzo pasado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó la suspensión de las aspersiones por la toxicidad del químico en la zona.

Pese a esta serie de estudios, el Gobierno colombiano mantiene su postura frente a las fumigaciones aéreas (ver recuadro).

Según Jaime Breilh, miembro de la comisión científica, las aspersiones con los compuestos químicos son “altamente nocivas” para la salud de los moradores.

Desde el inicio de las fumigaciones, las investigaciones determinaron que ha aumentado en un 30 por ciento el riesgo de contraer cáncer, en un 20 por ciento el índice de abortos y en un 10 por ciento la posibilidad de tener hijos con malformaciones.

Según el informe presentado por la comisión científica, durante los siete años en que se ha fumigado (2000- 2007) únicamente se han reducido 3 000 hectáreas de cultivos ilícitos, con lo que se demuestra la “poca efectividad de las fumigaciones para combatir la siembra de coca”. En este lapso se ha utilizado más de medio millón de galones de glifosato,

Además, del total de fumigaciones tan solo el 32 por ciento afecta a los cultivos ilegales, mientras que el 49 por ciento penetra al suelo y el 19 por ciento se queda en el aire, provocando serios daños a las personas, animales y sembríos permitidos.

Según las estadísticas presentadas en el documento, 2 560 hectáreas de cultivos se han destruido y 11 828 animales han muerto.

Este documento fue entregado a inicios de junio a Colombia. Se informó sobre los argumentos técnicos con los cuales el Ecuador presentará una demanda ante el Tribunal de La Haya , para que se suspendan definitivamente las aspersiones en la región.

“No toleraremos que a nombre de la lucha contra el narcotráfico y la guerrilla se irrespeten los derechos humanos ”, señaló Breilh.

Tras recibir el estudio, el presidente Correa aseguró que mantendrá su posición frente a las aspersiones, así esto provoque enfrentamientos internacionales; “no permitiremos que esto siga”.

Colombia defiende la aspersión

Colombia rechazó los estudios que han realizado organismos nacionales e internacionales sobre los daños causados por las fumigaciones con glifosato.

El Gobierno colombiano se respalda en un estudio realizado por la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), que señaló que el glifosato no es nocivo.

“El glifosato es un herbicida ampliamente utilizado. El glifosato no es muy móvil en el ambiente y se une rápida y fuertemente al entrar en contacto con el suelo y con sedimentos acuáticos”, explicó el informe de la Cicad.

Sin embargo, la Cancillería colombiana anunció que en caso de comprobarse los daños causados por el herbicida, se indemnizará a las personas afectadas.

Colombia ha destacado que las fumigaciones han permitido controlar el narcotráfico y por ende la expansión de las actividades guerrilleras. Según las autoridades del vecino país, se han reducido los ingresos económicos que reciben los grupos subversivos por la actividad ilícita, por lo que las aspersiones continuarán “hasta que se erradique ese mal”.

Al momento las fumigaciones aéreas están suspendidas, pero según informó el canciller de Colombia, Fernando Araujo, es una medida temporal.

El próximo 5 de julio se reunirá en Bogotá la Comisión Binacional para discutir sobre el informe

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