“Los Derechos de los Pueblos, los Derechos humanos son una lucha de soledades que se encuentran” José Eduardo Umaña Mendoza

 

Eduardo fue asesinado en Bogotá el 18 de abril de 1998 , después de medio día, sus victimarios querían que los acompañara, él había dicho meses atrás, en medio amenazas persistentes, “si vienen por mi, yo no me voy a dejar llevar… voy a estar aquí, voy a resistir, no me voy a doblegar”.

José Eduardo Umaña Mendoza había informado a personas de confianza dentro de la fiscalía que había un grupo de personas que estaba organizando su asesinato, entre los que se encontraban miembros de la brigada XX, del CTI y de los servicios de seguridad de ECOPETROL.

 

Dos hombres y una mujer haciéndose pasar por periodistas entraron en su oficina tras encerrar a su secretaria en un cuarto. Ante la negativa de irse con sus victimarios, le dispararon. La primera orientación de la investigación permitió evidenciar el papel desempeñado por los miembros de las fuerzas armadas y del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía. Cuando parecía que las pistas se precisaban en este sentido, fueron interrumpidas tras un “testimonio espontáneo” de un detenido de la prisión de Guaduas que pretendió conocer los asesinos de José Eduardo Umaña Mendoza.

“A pesar de los signos obvios de desequilibrio mental de este “testigo”, la investigación se orientó exclusivamente en esta dirección y se terminó llamando a juicio a 5 acusados, basándose en cargos sumamente frágiles y a pesar del hecho que uno de ellos vivía en España en el momento de los hechos, lo cual aparece claramente en el expediente. Una motivación muy severa para la fiscalía ha llevado al Tribunal a absolver a los 5 acusados la fiscalía ha aceptado esta decisión sin apelación.

El caso permanece abierto en la Unidad de Derechos Humanos en Bogotá sin que ninguna diligencia haya llegado a ningún resultado significativo. La maniobra realizada para desviar la atención y tratar de condenar a víctimas propiciatorias no ha permitido proseguir investigaciones serias en la búsqueda de los autores intelectuales de este asesinato”.

El intento de varias personas cercanas a la vida de Eduardo de ser parte civil en el proceso no fue aceptado por la Fiscalía General de la Nación.

Este crimen de Estado sigue en la impunidad pero el sentido de la vida, la presencia de Eduardo hoy sigue animando las aspiraciones, en medio de las soledades, de los excluidos, de los pueblos.

Adjuntamos el texto escrito por uno de los amigos de Eduardo, un relato desde las entrañas.

 

https://www.colectivodeabogados.org/wp-content/uploads/2021/07/au_cajibio_11_febrero_2016.docx

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